Cerquita de tu cama,
oliendo cada noche tu perfume,
ese aroma que habita en mi almohada,
que abrazo cada noche al pensarte,
cuando te veo en frente sin tocarte,
cuando cuento las lunas que aún quedan,
para tenerte ahí...
Cerquita de tu cama,
un lugar donde un niño se acurruca,
buscando su juguete preferido,
preciado bien que jamás abandona,
hasta que ya cansado,
espera a que su madre lo recoja.
Cerquita de tu cama,
no paro de observar tu hermoso cuerpo,
tallo de la flor frágil que no toco,
por miedo a lastimarlo,
por sí acaso lo rompo.
Qué bello es el castigo,
de tenerlo y sentirlo tan a mano,
suspirar en la noche,
por no poder tocarlo.
Cerquita de tu cama,
tu blanca piel evoca,
un lienzo hecho de algodón de Egipto,
nenúfares que flotan en su Nilo,
la seda es el vestido,
que envuelve tus mañanas.
Cerquita de tu cama,
tu oxígeno se mezcla con mi aire,
mi corazón se siente renovado,
por él fluye tu aliento,
mis pulmones atentos,
van cargados de vida.
Cerquita de tu cama,
tu mirada se abre al nuevo día,
a los pies de tu lecho,
contemplo obnubilado tus facciones,
esos pícaros ojos de traviesa,
que sin decirme nada,
me piden que te amé,
cerquita...
Muy cerquita...
De tu cama.
Miguel Ángel
Poeta Namasté
(Reservados derechos de autor)2016
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