COMO SI ACUNARAS LA MUERTE

[Carlos M. Valenzuela Quintanar]

COMO SI ACUNARAS LA MUERTE.
A las mujeres que sufren en África -principalmente- sin estar exentas millones en el mundo.

Que puedes darle si tus cántaros
solo lloran hambre,
no más elixir de vida en miel
color de luz, natural nutriente
de su tierna vida.

En tus brazos cargas
tristeza acumulada,
convertida en martirio
agobio de tus sentidos.

Perdida en la inmensidad
de la nada tu mirada y la de él.
¡Es la sombra de la ausencia eterna!
la misma que sin misericordia
aguarda su momento.

Lloras mujer, lágrimas,
y no bajan a las mejillas
de tu sufrido rostro.
Se han secado tus ojos
como tus ánforas de vida.

Hambre y soledad
olvido y menosprecio,
es alimento de la vida nueva.

Se apaga la luz en ti a cada instante,
impávida esperas,
como si no te doliera el alma
en cada arrebato que muerde tus entrañas,
esperas…, esperas el final.

Y caminas acunando
broto de vida cual tesoro,
el sendero hacia la eternidad,
donde miserias aniquilan tus dolores
y sola, te esfumas junto a él.

¡No hay gritos!
¿cómo? si no hay fuerzas.
Vacía estás y en tus pechos
el olvido, la ausencia.

Y mueres en cada atardecer
al ocaso del día,
donde te cubres en las sombras
de la noche…y con él…, esperas,
solo esperas.

Carlos M. Valenzuela Quintanar