Autor: MIRNA LOPEZ BAEZ
En esta mañana fría. Fría como el hielo
tan fría como las madrugadas en que calentabas mi cuerpo
con tus besos, tus caricias, tu pasión
cuando me tomabas en tus brazos y me hacías tuya
y era mi cuerpo bañado por la tibieza de tus labios
embebido por la lluvia de tu ser
acariciado por cada palabra que me decías.
En esta mañana fría necesito de tu cuerpo
de tus labios, de tu deseo por mi
de que me ames como sólo tú sabes amarme
pero más que tu cuerpo, es tu alma la que amo.
Esa alma que acaricia la mía y la envuelve en ternura
La que despierta a la mujer suave y cariñosa
que arrulla tu corazón, la que sueña y te ama.
En un hilo de suavidad penetra la brisa
con ella tu olor llega a mi
y en un espiral de ti mi alma se eleva
recorriendo mil instantes entre tú y yo
evocando tu recuerdo en mi añoranza
y deseando recorrer el universo los dos.
Tócame con tus manos lujuriosas
y con tu boca hambrienta sáciate de mi
enloquece mis sentidos como en aquel cuarto de hotel
que sentía vivamente nuestra pasión
que sus paredes contenían mis gemidos agitados
tus palabras posesivas cuando me hacías tu mujer
que fue testigo de cada beso y caricia
que me llevaron a la locura
mientras tus brazos calmaban el temblor de mi pasión
y con besos arrebatados nuevamente comenzábamos
y nuestros cuerpos agitados y calcinados
en las hogueras de nuestro ser.
Mientras el frío en la calle helaba
en aquel cuarto de hotel
se ardía en la pasión.
Son nuestros cuerpos que fusionados
de placer gimen contorsionados
en el fuego de nuestro amor
hazme tuya una y otra vez.
NAMIR
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