Desapareció su unicornio

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Desapareció su unicornio

Su amante secreto era Gustavo Adolfo Becker, se mantuvo fiel a él entre sus libros. En la soledad de su alcoba vivía sus misterios y sus amores con un aura de soledad compartida. No le interesaba nada del mundo, solo sus fantasías y sus sueños.

Hasta sus treinta primaveras fue virgen. Su carne la torturaba, deseando desesperadamente entregarse a un príncipe que la recogiera en sus brazos y la remontara a las cumbres del Olimpo en su unicornio alado. Hasta que un día un hombre la besó. Entonces supo que la piel se eriza, que los sentidos se nublan. Ese hombre delineó sus labios con la piel suave de sus dedos de artista.

Desde entonces no hace más que maldecirlo. Cambió su sustancia de momento y el dolor invadió su esencia. El llamado amor no hiso más que dañarle la suavidad de niña, la pureza del alma.  Su mundo de magos y jorobados ocultos en las sombras desapareció de la catedral de su corazón. Ahora ya no lee a Becker, escribe sus propias historias con la tinta sangre de sus ilusiones rotas.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

www.carmenamaralis-vega.com/

 

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]