Dia de playa
de Juan Francisco Lara F, el jueves, 27 de enero de 2011 a las 14:05
Ese día estábamos en la playa y la habíamos pasado muy bien a pesar de la tambaleante situación de nuestro matrimonio. Julia estaba tostada por el sol y se veía cansada , claro solo tenia dos años, estaba sentada en la orilla y chapoteaba el agua con sus manos. Ofelia y yo hablábamos del futuro de Julia y como la afectaría el divorcio, era un momento triste en nuestras vidas y el ocaso daba un telón de fondo perfecto para esa tristeza, el amor se había ido, la separación era lo mejor antes de herirnos. Entonces vimos como salía del mar la sirena, era grande de mas de dos metros de alto parada en su cola como los delfines, su piel blanca como la de los muertos y su cabello negro tenia tonos de liquen, tomo a julia con sus manos membranosas nos miro fijamente y nos enseño con furia sus dientes de barracuda mientras hacia un sonido chillón, se volvió así al mar inmenso y mas nunca volvimos a ver a nuestra hija julia . Gritamos como locos nadie escuchaba ,
Fuimos a la policía, solo nos creyeron cuando enseñamos los documentos de la niña , buscaron y no lograron nada nos hicieron pruebas de drogas y estudios psiquiátricos , tampoco descubrieron nada anormal y nos dejaron ir . Asentaron la desaparición como ahogamiento por imprudencia de los padres . Al irnos de aquel pueblo de playa un hombre muy viejo en la estación de gasolina nos dijo algo muy extraño , dijo que sabia lo que nos había pasado por que hacia cuarenta años su hermanita menor también había sido tomada por las sirenas. También nos dijo el viejo algo terrible, todos en el pueblo sabían lo que pasaba desde hace muchos años , las sirenas venían a la playa por niñas pequeñas, luego las criaban y se volvían sirenas como ellas , nadie hacia nada porque traería muy mala publicidad y no visitarían ya el pueblo los turistas . La policía estaba de acuerdo con aquello no había nada que hacer . Regresamos a la ciudad con el alma vacía el recuerdo constante de Julia y las extrañas circunstancias de su ausencia eran una gran tortura para los dos. Quedamos muy solos y en esa esa soledad nos encontramos de nuevo, nos refugiamos el uno en el otro no teníamos mas nada , así renació el amor , con el pasar del tiempo tuvimos dos hijos , Pero nunca olvidamos a julia. en el día de su cumpleaños cortamos un pastel y celebramos , sus hermanos hablan de ella como si estuviese de viaje y es verdad esta de viaje. En algún recóndito lugar de los mares entre grandes peces tal vez en un palacio de coral vive nuestra julia con las sirenas. Cagua octubre 2009
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