EL AMOR LLEGÓ EN UN TAXI

[Aurelio Pérez Pérez]

El amor llegó en un taxi ese domingo

un ángel bello, hecho mujer, tras el volante,

ella susurró: ¿a dónde lo llevo amigo?

y mi corazón quedó vasallo al instante.

Al cielo, si tú quieres le quise decir,

pero me aguanté y le di la dirección

mientras disfrutaba de su dulce perfil;

tan sublime y bonito como es el amor.

Me extasió el dulce y bello canto de su voz,

y la divina melodía de su risa,

su boca seductora como una flor,

y el poema de amor de su sonrisa.

Ahora mi alma va tras de sí por esas calles,

cuando pasa con su taxi la avenida,

que sube y desciende desde el valle,

dejando suspiros en todas mis esquinas.

Yo me invento mil pretextos por llamarla

y pedirle sus servicios de traslado,

que es mi excusa para así poder mirarla

y sentirme a su lado afortunado.

Imagino la tersura de sus manos

y quisiera ser por un día su volante

donde sus dedos cada día han dejado,

húmeda huella cual caricias desbordantes.

Quiero ser en su pecho el cinturón

que la protege y le da seguridad,

poder sentirle palpitar el corazón

y allí dormir y no despertar jamás.

Bella taxista, es que usted no se imagina

cuanto la quiero y lo mucho que en ti pienso,

cuando sale el Alba o el día se termina

eres el ángel que está en mi pensamiento.

Mi bonita, linda y dulce conductora

sin saberlo usted se robó mi vida

y en el reloj de mi alma marcas hora

¡¡ y en la parada te espero noche y día...¡¡

Aurelio Pérez

[Aurelio Pérez Pérez]

Mi bella CECIL tú siempre tienes las más adecuadas palabras para describir las diversas situaciones que vive el ser humano. gracias por ser tan especial y m amiga...

¡¡Feliz Navidad mi reina bella...¡¡

[Cecill Scott.]

Querido Aurelio

 

El amor, cuando llega, lo hace de cualquier forma,

es un flechazo, una punzada en el corazón, es la

falta de aliento, es la aceleración de las palpitaciones,

mientras, el cuerpo vibra por completo erizando los

vellos del cuerpo. Los ojos se iluminan y la sangre

recorre el cuerpo a mil por hora, pareciera que vamos

a estallar en un millón de pedacitos.

Las cosas de la vida, ese es el destino que nos hace

recorrer caminos impensados.

Hermoso poema que he leído con placer.

¡Felicitaciones!

Y

¡Feliz Navidad!

Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.

Cecill Scott.