EL AMOR Y LA SOLEDAD

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

 

Hay un viejo  adagio que dice,  “la soledad es mala consejera”. Pero la soledad muchas veces, nos da el tiempo que necesitamos para poner en  orden cada uno de nuestros pensamientos… poner en sincronía ese yo interno que nos permite mirar la vida desde otro punto de vista, con un matiz distinto, para afrontar los cambios que nos tiene  la vida , para seguir viviendo y seguir adelante , para vivir soñando sin mudarse  a los sueños, para seguir buscando un mundo  diferente,  donde la soledad y el amor cabalguen nuestros sueños… y nos lleven a un  limbo,  perdido más allá  de los tiempos, y  de regreso aquí, nos traigan la alegría, que nos invita soñar solo con recordar esos hermosos sueños.

Es así como a veces , estando solos, recordamos los pasajes  más lindos de la vida,  esos que  un día sin querer, mandamos  al olvido sin saber ya porque , pero que de repente,  un destello de luz, un sonido escondido o tal vez el  aroma, que esconde lo guardado, estando solos con nuestros pensamientos, regresen  a nosotros,  llenando completamente nuestras mentes. Trayéndote alborozo cuando te encuentras triste y a veces porque  no,  trayéndote la tristeza de un pasaje perdido,  que creías  superado por haberlo escondido en un lugar profundo, esa misma tristeza de un dolor que se vive solo en las despedidas. Y que  la soledad fiel ayudante del amor,  evoca ,  para que un amor puro, un amor limpio, venido del olvido, la cure por completo,  haciendo renacer en ese mismo espacio,  los sueños y suspiros que alimentan la vida, los sueños y suspiros que olvidamos que existen, esos que nos invitan a vivir nuestras vidas con ojos de alegría. Esa  misma  alegría, que una vez la tristeza de aquella despedida,  nos robo por asalto, pero que estando solos,  la misma soledad sutura para siempre, borrando así, esa herida.

Pero la soledad no solo evoca la tristeza vivida en una despedida o una separación, si no que por el contrario,  la soledad también evoca los momentos más lindos de nuestras vidas, el amor puro y simple, el amor que se siente, el mismo que se da sin condición,   el mismo que una vez descubrimos sin poder olvidar, aquel, nuestro primer amor. Como olvidar ese primer encuentro que te hizo soñar, como olvidar ese primer amor, el que siente el muchacho siendo hombre, el que siente la chica siendo mujer. Aquel bello momento de cuando siendo chica todo en ti se nublaba, tus rodillas temblaban y el corazón saltaba muy  dentro de tu pecho, esa emoción que sientes día a día al estar enamorada , esa emoción que sentistes esa primera vez ,   al  ver pasar por el frente de tu casa ,  a aquel ser,  que  sin haberte mirado aun por primera vez,  hacia que tu corazón de un solo brinco,  se abriera al  amor empezando a soñar, a vivir lo mágico que ha de ser ese primer encuentro, lo emocionante y hasta lo nerviosa que crees que vas a estar llegado ese momento,  el de tu primer beso, de cuando  dices si esa  primera vez, en tu primer amor,  al sentirte mujer y estar  enamorada, pero allí, es justo allí , en ese instante, cuando el amor saca provecho a la soledad  y te atrapa ,  pues te hace trampa, ,  porque para amar y ser amado hacen falta dos y en la soledad siempre,  nunca hay dos...  en ese instante,  tu voz se entre corta con un silencio bello, tus mejillas se encienden y empiezas a sentir y a experimentar, por primera vez, cosas que nunca habías sentido, cosas que no sabias,  ese susto encendido que tu descocías, que te pide parar, pero que tu no escuchas, ese dolor profundo,  que te gusta, que te atrae,  y  porque no,  que te quema; que te marca por dentro con  hierro incandescente,   para no olvidar nunca y así seguir sintiendo,  ese simple roce de manos, que enciende tus mejillas, que  te hace mirar despacio y en silencio,  hacia  otro lado,  para esconder tu rostro, pues con pudor descubres que quieres ser besada. Queriendo entonces irte, salir de allí corriendo, huir a los confines para pedir concejo allá en la soledad. Pero para ese entonces ya es tarde,  pues la soledad aunque muy sabia,  no te prepara para lo inesperado y el amor, es ese sentimiento inesperado que  te atrapa llevándote a aquellos  lugares inimaginables a la  soledad, que te hace mirar la vida desde el amor,  sintiendo que la vida es un todo y el amor es la vida para ya no estar sola.

¿Es que acaso la soledad y amor no pueden ir  de la mano?.

A veces cuando creemos que nuestro tiempo ha pasado, queremos estar solo, para encontrar en la soledad esa serenidad que nos permita vivir la vida de una forma tranquila,  en paz y armonía con uno mismo, con el prójimo…pero allí es cuando la soledad te hace trampa, porque ella, siempre va de la mano con el amor, y nosotros los seres humano solo necesitamos estar solos para redescubrir  poco  a  poco el amor, ese amor que te permite soñar nuevamente despierto, ese amor que te descubre  a la vida nuevamente, cuando equivocadamente pensabas que tu tiempo había pasado,  peor aún, pues  de repente,   estando sola,  por tan solo un momento te descubres nerviosa nuevamente como una chiquilla, al sentirte tan cerca de alguna otra persona , que  sin saberlo,  provoca en ti un palpitar profundo, ese dulce y amargo caos interno , de ver y no ver , de sentir y no querer sentir, pero que  a la larga te alcanza y te hace vivir de nuevo,  hace de tu vida, una nueva vida, haciéndote soñar nuevamente, cuan ya que creías que todo estaba escrito y que  no podías esperar más nada de la vida.

El amor y la soledad muchas veces son maravillosos, o es que ya has olvidado que fue esa misma soledad que compartió contigo  aquel primer momento, cuando sin saber lo que te sucedía, dejabas de ser niña para hacerte mujer.

Muchas veces cuando nos han  lastimado, queremos estar solo, escondiendo en silencio ese dolor profundo. Creemos equivocadamente, que estando solos podemos olvidar lo mucho que sea amado. Pero  la soledad nuevamente,  cómplice del amor, nos  hace una mala jugada,  pues aviva los recuerdos y nos pone de frente a mirar las heridas que el amor y las personas que nosotros amamos, consientes o  inconscientemente nos han infringido. Pero la soledad, después de ese momento,  nos permite evocar trayendo de la nada muchísimos recuerdos, muchísimas vivencias que ni en cien vidas vividas podríamos olvidar, y que el tiempo ayudante silente del amor, allí en esa soledad infinita, con su sapiencia divina, empieza poco a  poco a planear otro  encuentro, que aunque parezca dormido en el  limbo,  despierta lentamente y  soñoliento, abonando el camino al milagro de amor, ese amor que nos invita  nuevamente a arriesgarnos a  la vida,  para ya no estar solos.

 

 

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

GRACIAS AMIGO DANIEL ... MUCHAS GRACIAS... DIOS LO BENDIGA

[Daniel Calero Solís]

Un ensayo bien estructurado. Lo felicito, Juan Eduardo.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

Muy cierto amiga.. "ama al prójimo  como a ti mismo"....gracias amiga

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

GRACIAS POR TUS COMENTARIOS JOSEFINA...RECIBE UN ABRAZO DESDE MI CÁLIDA  VENEZUELA AMIGA.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

AMIGA MAIGUALIDA  ME ENCANTO LA INTERPRETACIÓN  QUE LE DISTE A MIS LETRAS AMIGA....GRACIAS POR PASEARTE POR ELLAS... RECIBE UN ABRAZO A LA DISTANCIA AMIGA.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

MARIA VIOLETA  AMIGA GRACIAS POR TUS HERMOSOS COMENTARIOS AMIGA.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

GRACIAS ROBERT ...DIOS TE BENDIGA AMIGO.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

GRACIAS CYNTHIA POR TAN HERMOSAS LETRAS ...ASI ES AMIGA ESTE EL OBJETO FINAL DEL AMOR.... GRACIAS POR PASEARTE POR MIS LETRAS...AMIGA

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

AMIGA NORMA... QUIEN EN ALGÚN MOMENTO DE SU VIDA NO SE HA  SENTIDO SOLO.. QUIEN NO HA TENIDO. LA NECESIDAD DE DISFRUTAR SU PAZ INTERIOR...QUIEN DESPUÉS DE ESTAR SOLO NO SIENTE QUE SU CORAZÓN SE ACELERA EN LA PRESENCIA DE UN SER QUE NO LE ES INDIFERENTE...EL AMOR Y LA SOLEDAD SIEMPRE VAN DE LA MANO ..REGALANDOLE VIDA A NUESTRA VIDA...GRACIAS POR LEER MIS LETRAS AMIGA.

[JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ]

GRACIAS ANA MARÍA  ESPERO QUE TENGAS BUEN PROVECHO AL LEER MIS LETRAS...SALUDOS AMIGA.