Enmarcada en el Valle de Traslasierra, la pequeña villa Cura Brochero, a 150 km de Córdoba capital, se prepara para albergar este fin de semana cerca de 200.000 personas (normalmente tiene 8.000 habitantes). Será la fiesta más grande de su joven historia (se fundó en 1864): la de la beatificación del sacerdote cordobés José Gabriel del Rosario Brochero, más conocido como Cura Gaucho.
Brochero había nacido en Córdoba en 1840. Su obra transcurrió en el Valle de Traslasierra donde promovió los ejercicios espirituales con el método de San Ignacio de Loyola. Recorría cada pueblo a lomo de mula con su sombrero de ala y su clásico poncho. Visitaba enfermos, trabajaba junto a los pobladores y difundía la palabra. Murió a los 78 años en la Villa que entonces se llamaba del Tránsito.
Es allí donde se oficiará la beatificación mañana a las 10, y estará a cargo del cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. El gran altar se levanta en el medio de la plaza Centenario, centro de la Manzana Brocheriana. Allí se ubican la parroquia de Nuestra Señora del Valle en cuyo santuario una pequeña urna guarda las cenizas del cura gaucho. También están el museo y la casa donde vivió y murió Brochero el 26 de marzo de 1914.
Algo que llama la atención es la reliquia del nuevo beato. Se trata de un fragmento de su masa encefálica colocada en una artesanía de madera de algarrobo construida por el artista Pablo Andrés Méndez. La reliquia será expuesta durante la misa para veneración de los fieles. El hecho de que sea un pedazo de su cerebro representa la inteligencia y la visión de hombre que siempre buscó el progreso de su región y el encuentro de los serranos con la misericordia de Dios, dicen desde la Iglesia.
Pero esta reliquia no llegará sola al altar, sino que lo hará en las manos de Nicolás Flores, un niño curado por intercesión del Cura Brochero. El niño tenía 11 meses cuando en septiembre del 2000 sufrió un accidente de tránsito que le causó gravísimas heridas. Según los estudios no iba a volver a ver, a escuchar, a hablar ni a caminar. A partir de estos diagnósticos, los padres del niño, Osvaldo Flores y Sandra Violino, pidieron la intercesión de Brochero para una pronta recuperación y en poco tiempo el niño estuvo curado y sin señales de haber sufrido ningún traumatismo.
La ceremonia comenzará con la lectura de la carta enviada por el Papa Francisco con motivo de la beatificación del Cura Brochero. El proceso se inició el 7 de julio de 2012. Ahora se espera que el Cura Brochero haga un último milagro, que será el de que más gente pueda seguir ingresando hoy y mañana al pueblo, ya que se prevé que en algún momento quedará colmado en un 100%.
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