EL NIÑO Y SU TAMBOR
Sentado en la vereda
su sonrisa contagia,
su mirada brilla y estremece,
trayendo alegría a su avenida.
No es artista, ni cantante,
no viste de ceda,
no vive en rascacielos
de la calle fue protegido.
Atrás quedaron sus días
de adulto y trabajador,
volvió a ser un niño,
un niño que sonríe y juega.
Dejo el cajón y el betún,
enterrados en sembrios
donde florecen mejores dias
y un futuro que debemos por él construir.
El niño y su tambor,
ya no lo veras en las calles,
cruzando las avenidas,
en soledad y con hambre.
El niño y su tambor,
sentado en su vereda lo encontrarás,
tocando música y sonriendo,
compartiendo alegría y esperanza.
Su música es natural y sincera
cálida como el verano,
refrescante como el otoño
ya nunca volverán los inviernos.
El niño y su tambor,
aún los alcanzó escuchar,
me recuerda al niño que antes fui,
me recuerda a los niños, que en las calles aún están.
GUILLERMO QUINDE Q.
ECUADOR
DERECHOS RESERVADOS DE AUTOR
25-02-2014
Comentario
Mis amigos Muchas gracias por su apoyo saludos
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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