ERAN LAS 11:20 a.m.

[MARIA AMELIA RODRIGUEZ]

ERAN LAS 11:20 a.m.

Mis manos decidieron dar un viaje sin fin al comenzar a explorar su cuerpo comenzando por su norte.  Antes de comenzar mi viaje, dejé que mis ojos aprovecharan su sueño para admirar aquella belleza que tenía delante de mí y que hacia emocionar mis sentidos. Comenzó la aventura a las 11:20 a.m donde la sensibilidad del toque de mis dedos se encontraba con todo aquel hermoso y sedoso cabello azabache donde se entrelazaban aquellos matices grises y donde los rayos de aquel sol radiante de mañana hacia verlo más lustroso.

 

Continué mi camino por su rostro deleitándome al tocar su piel tan lozana haciendo que mis lienzos se deslizaran suavemente.  Me deleitaba ver el movimientos de aquellos cerrados ojos donde la expresión de pasión comenzaba a hablar sin hablar.  Su rápida respiración podía verse reflejada en su perfilada nariz dando indicios de necesitar más oxigenación corporal y donde su lengua mojaba sus labios con elegancia dejando ver las primeras muestras de excitación.  Al llegar a su barbilla me encontraba ya en la frontera, ya sabía que comenzaría mi viaje hacia el sur,  donde su estación climática estaba en la época de verano y la temperatura podría estar a altos grados de calor.

Comenzó la expedición hacia el sur y paré en su boca ardiente para humedecer mis finos lienzos en su lengua.  Para no perder mi camino, decidí mantenerme en el centro de aquella pechera llena de un delicado, fino y lacio vello varonil que me hacia seguir deleitando mi paisaje.  Sentí llegar al orificio que se encontraba en el mismo centro de su cuerpo pasando por su lado sin hacer mucho caso ya que el horizonte estaba cerca. Controlaba las emociones para terminar aquel viaje hacia el sur.  Justo en el horizonte, decidí danzar un poco al bajar y explorar cada pulgada de aquella piel sin olvidar que el embrujo de aquel viaje estaba en su punto de ebullición.

Mis manos acababan de llegar al horizonte de aquel cuerpo que ya no podía  contener sus involuntarias expresiones y donde su virilidad se mostraba en todo su esplendor. Era emocionante ver como aquel figura llena de pasión se retorcía como serpiente embravecida que desea devorar con fuerzas a la primera presa que pudiera atrapar.  Ya en este punto ya no había control, había  delirio, dramatismo, exaltación,  pasión.   El misticismo comenzaba con la entrega entre el y yo, donde la comunicación verbal comenzaba a ser llevada de la manera más sensual y provocativa  haciendo volar los sentidos hacia mas allá de los astros.

Es mi delirio, mi perdición, mi ilusión, mi amor, mi adoración, mi devoción.  Será siempre el horizonte que desearé recorrer cada vez que frente a mi estés en las mañanas, tardes y noches.

AMELIA RODRIGUEZ

MAYAGUEZ, PUERTO RICO

ENERO 17, 2017

DERECHOS RESERVADOS

[MARIA AMELIA RODRIGUEZ]

Apreciada Ligia.  Agradezco tu tiempo en deleitarte en mis letras.  Bendiciones, María Amelia

[MARIA AMELIA RODRIGUEZ]

Gracias Carmen por leerme e identificarte con mis letras.... Todas, en algun momento, vivimos esta experiencia magica.  Un abrazo sincero. Maria Amelia

[Ligia Rafaela]

Apreciada amiga, entre románticos versos
viajas por los sentimientos, yo disfruté cada
letra que plasmaste con tu pluma.
Te dejo mi humilde huella en tan bello versar.

 

Mi cariño sincero.

[Carmen Hertmann López]

U n viaje que muchas tenemos en recuerdo

Felicitaciones

[MARIA AMELIA RODRIGUEZ]

Mi gran amigo Elias,,,,,Letras llenas de mucha profundidad y realismo intenso. Gracias por ese detalle que me inspira a seguir deleitando mi alma en escribir y a ustedes en degustar. Bendiciones.. Maria Amelia

[Elias Antonio Almada]