Buenos Aires (AICA): “Estamos convencidos de que la educación para los pobres no puede ser una educación pobre”, expresó Fernando Anderlic, coordinador nacional de Fe y Alegría en la Argentina, que promueve escuelas gratuitas de calidad en zonas pobres en nueve puntos del país, entre ellos Jujuy, Salta, Chaco, Corrientes y el Gran Buenos Aires, además de centros comunitarios y de formación laboral.
“Estamos convencidos de que la educación para los pobres no puede ser una educación pobre”, expresó el coordinador nacional de los colegios Fe y Alegría en la Argentina, Fernando Anderlic.
Fe y Alegría promueve escuelas gratuitas de calidad en zonas pobres de nueve puntos del país, en las provincias de Jujuy, Salta, Chaco y Corrientes, y en el Gran Buenos Aires, incluyendo centros comunitarios y de formación laboral, así como enseñanza primaria para adultos.
La obra Fe y Alegría, iniciada en Venezuela por un sacerdote jesuita en 1955 y desarrollada en nuestro país a partir de 1996, fue presentada en una reunión para periodistas, convocados por el Club Gente de Prensa, en la residencia Regina Martyrum, Sarandí 65.
Allí pudo verse en un viejo video a un sacerdote jesuita que hablaba en medio de un basural en Corrientes de los planes para brindar educación de calidad a chicos de familias que vivían en la marginalidad y luego un documental que muestra el desarrollo que ya ha alcanzado esa semilla de los colegios de Fe y Alegría en edificios amplios y limpios, con chicos bien arreglados y contentos en las clases, los actos patrios, los deportes, las manualidades, las artes. Así como adultos que siguen cursos de herrería, tornería, apicultura, tejido, cocina y otros oficios.
Entre muchos otros testimonios de alumnos, padres y docentes, una alumna y a la vez voluntaria destaca su formación como persona y señala: “Si no hubiera conocido Fe y Alegría no sería lo que soy ahora”.
Unas siete mil personas se benefician en el país en estas instituciones educativas privadas de arancel cero, es decir, de acceso gratuito.
Al final, el coordinador respondió a preguntas de los periodistas. “Nuestro fin principal es transformar el mundo a través de la educación –dijo-, sacar el estigma de que la gente no puede cambiar. Vemos la alegría que provoca esa transformación. Estamos convencidos de que esto vale la pena”. En total, contando docentes, voluntarios y organizadores se desempeñan en Fe y Alegría unas 450 personas, pero requieren más manos que quieran sumarse a este movimiento de educación popular integral y promoción social, que tiene el lema “Solidaridad que crea futuro”.
Informes: (54-11) 4951-0972, por correo electrónico
info@feyalegria.org.ar y en la página web
www.feyalegria.org.ar.+
(Jorge Rouillon)
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