Guatemalteco. “Rafael Mérida” gana en Perú, El LAUREL DE MIRRA.

[Rafael Merida Cruz-Lascano]

 

LA UNIÒN HISPANOAMERICANA DE ESCRITORES -UHE- Perú, en ocasión a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, convocó a un concurso Internacional, “EL VALOR DE LA MUJER”, y el que se otorgaron galardones en las categorías de: Ensayo, Poemas y Narrativa. Con la participación de 85 poetas de varios países hispanohablantes.
En esta ocasión le correspondió al poeta guatemalteco RAFAEL MÈRIDA CRUZ-LASCANO, ser galardonado con el “LAUREL DE MIRRA” que es un Reconocimiento Internacional , a su obra Narrativa poética “Amor de Otoño”

Sentimos una gran alegría al entregar este galardón como Premio Internacional de Narrativa Poética. Felicitaciones. Es el reconocimiento a una gran obra, fruto de la inteligencia y el estudio, del compromiso profesional y del amor a las letras.
Le expreso mi reconocimiento y le deseo muchos más éxitos en su carrera, que no está de más decirlo, ya tiene recorrido.
Lo que demuestra este premio es la calidad, que se impone aun sobre la sociedad del mutuo elogio que tienen los periodistas peruanos. En estas circunstancias, la calidad se tiene que reconocer públicamente, como han hecho con su trabajo.

Amor de Otoño
Este es un hombre, que solamente vive de sus recuerdos, su vida es un álbum de anécdotas, una gran cesta de regalos que le ha dado Dios.
Debo contarles que a su edad (73) ya no le era fácil recordar, debido a un evento cerebro vascular, acaecido hace ya diez años. Y precisamente de esa fecha es donde se guarda el mayor tesoro, de cuando aun estaba en la clínica, de cuando ingresó para una cirugía menor de cálculos en los riñones y salió después, con un infarto y la afección cerebral.

Tenía quizás media hora de haber despertado, pero continuaba con los ojos cerrados y pensando lo grande que ha sido Dios, para él… cuando escuchó que la enfermera platicaba con otra persona y que por la voz, advirtió que era su esposa y le decía:
-Señora, se puede ir a su casa y regresar mañana a la hora de la visita; El señor salió bien de la operación y aquí ya no hay nada que pueda usted hacer.

La otra voz le contesta, presumiendo una sonrisa. Enfermera, puede usted preguntar en la dirección y le confirmaran que tengo permiso para permanecer dentro del hospital para cuidar personalmente a mi esposo, debido a que tiene un mal menor de palimpsestos, y yo lo detecto de inmediato y el ni cuenta se da.

La enfermera que continua doblando las toallitas y acomodándolas en orden, y demostrando curiosidad, creyendo que podría aportar algún consejo clínico, le pregunta;
¿Cuénteme cuales son esos síntomas que usted llama, males menores. Además que el ni siquiera se da cuenta?

--Pues verá usted, le dice la esposa, de igual edad que la del paciente:
-Al vestirse por la mañana se le olvida atarse el calzado, y si no me doy cuenta, así sale a la calle.
-A la hora del almuerzo, respondiendo a la llamada, llega al comedor, se para enfrente y luego se regresa pues olvidó a que iba.-
-Generalmente, cuando saludamos alguna persona, pregunta, ¿quien es? Pues no recuerda ni caras ni nombres.
-Al estar en una platica, hay momentos en que totalmente cambia el tema. Y yo sin contradecirle simplemente regreso al tema de la conversación.
-Se ha hecho una costumbre que nunca sabe la fecha o el día en que está. Con el número del día se va al calendario.-
-Pregunta la hora, aunque tenga el reloj en su muñeca.
-Cuando platica con usted, lo hace como que si la hubiese conocido toda la vida.
¡Pero fuera de eso el es tan sano como usted o como yo!

La enfermera, al contemplar la tranquilidad y abnegación con que la señora le cuenta “esos males menores” se emociona y los ojos se le tornan cristalinos y derrama unas lágrimas. No concibe de donde sale tanto amor.

“Mujer, Esposa, Madre”

Ahora soy yo quien llora,
me hastiaba su compañía,
lo poco que comprendía
pues creìala abusadora
aunque jamás fue agresora.
¡Que ingrato siempre he sido!
Por eso hoy estoy dolido
Oh cruz ingrata cadena
¿Cómo decirle mi pena?
A la mujer que he ofendido…


Eres MUJER bendecida
como amiga madre esposa,
mi rostro en tu hombro se posa,
con el alma adolorida,
por no mitigar tu herida
causa mi carga pesada
que remolcas resignada,
y digo al comprenderte
Gracias a Dios, por quererte
como la esposa abnegada


Rafael Mérida Cruz-Lascano.
“Hombre de Maíz” Guatemala.

[Rafael Merida Cruz-Lascano]

Agradezco "de corazòn" la visita a mi espacio y los comentarios a mis letras:
Gracias Rosemarie, puedo decirte con la emoción del reconocimiento recibido a una obra entregada ya en el último momento. Con tu comentario no necesito mas certificados. Besos.
Gracias Dolores Pereira Vàzquez.
Gracias a mi compatriota, Vicente Antonio Vazquez.
Gracias Liliana Gonzàlez,
Gracias Maigualida Pèrez G.

Rafael.-

[Maigualida Pérez González]

Felicitaciones poeta. Es un honor leer sus versos y mucho más tener la posibilidad maravillosa de comentarlos. Gracias por compartirlos. Reciba un abrazo y un beso que le envío con el viento caribeño de Margarita desde el norte del sur,

Maigualida

[liliana gonzalez]

Amigo mis felicitaciones merecidas por supuesto y un abrazo de oso como reconocimiento!

        mary

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Felicitaciones paisano: Es un honor para vos, para tu labor poética y para Guatemala. Muchos éxitos más. Chente.

[Dolores Pereira Vázquez]

FELICITACIONES Y UN ABRAZO.