La Muchacha de los ojos claros

[Manuel Antonio Ibarra Acosta]

El simple roce con su traje le permitiò a Jack fijar sus ojos en aquella joven que caminaba a su lado por el boulevard. La aglomeraciòn de personas a esa hora del dìa 8:30 am no le impidiò ver que se dirigìa a una de las entradas del Metro de la Estaciòn Plaza Venezuela. Sudoroso y cansado llegò a la oficina en el 5to piso del edificio La Seguridad, no habìa terminado de sentarse detràs del escritorio cuando Ana Isabel su secretarìa le llevò una humeante taza de cafè, con una amable sonrisa le agradeciò el gesto luego tomò la agenda y viò las actividades del dìa entre las cuales resaltaba una entrevista de negocios con un potencial cliente.

El dìa transcurriò de manera normal, cumpliò con todos los compromisos pautados y a las 6:30 pm tomò la chaqueta y dispidièndose de su secretarìa saliò de la Oficina rumbo a su departamento. En completo silencio caminaba por el boulevard, de pronto fijò la mirada en aquellas tiendas llenas de clientes, le provocò tomarse un cafè por lo que dirigiò sus pasos hacia un  conocido restaurant. Transcurridos unos minutos ya estaba en la còmoda tranquilidad de su hogar, la soledad era su acompañante, tendido sobre la cama repasaba uno a uno los acontecimientos del dìa, prendiò la televisiòn

pero un profundo sueño le cerraba los ojos y al cabo de unos pocos segundos se escucharon sus fuertes ronquidos en la habitaciòn.  La noche transcurriò lentamente y a las 7:00 am el ruido del despertador le indicò a Jack que habìa llegado la hora de levantarse, una ràpida ducha le permitiò relajar el cuerpo luego frente al espejo acomodò el nudo de la corbata sobre la fina camisa de gabardina, el exquisito olor del perfume recorriendo su piel fué indicio de que estaba listo para salir nuevamente a la calle rumbo a la Oficina, era hora de cumplir con otra jornada de trabajo.

Un sol radiante y resplandeciente iluminaba la calle, sus pasos se dirigieron hacia el boulevard y de pronto allì estaba ella, sobresaliendo con su esbelta silueta por encima de la multitud, una provocativa sonrisa fuè el saludo entre ambos, caminaban uno al lado del otro sin pronunciar palabra como simples extraños y como siempre sucedìa, ella se perdìa de sus ojos a la entrada del Metro.

Còmodamente sentado en la confortable silla ejecutiva Jack repasaba el contrato de publicidad que tenìa entre sus manos, el cliente requerìa un comercial que impactara a los consumidores, era un nuevo producto adelgazante que necesitaba la promociòn de una silueta femenina, contratar a una modelo profesional costarìa mucho dinero, incrementarìa el costo de la publicidad, de pronto una idea viene a su cabeza, serìa bueno romper los tradicionales esquemas de promociòn, podrìa improvisar, inventar algo nuevo, piensa en vez de contratar a una modelo porque no buscar a una mujer comùn y corriente para hacer aquel comercial de publicidad, en cuestiòn de segundos una imagen femenina viene a su mente, la esbelta muchacha de los ojos claros que siempre camina a su lado por el boulevard, en una proxima oportunidad hablarà con ella y le propondrà el contrato.

Para Jack, la semana transcurre muy ajetreada, continuà afinando los detalles de la publicidad del comercial con el exigente cliente, se realizan los estudios de mercado y sòlo falta la contrataciòn de la figura femenina. Por fin llegò el dìa, esa mañana mientras caminaba por el boulevard rumbo a la Oficina viò a la muchacha, apresurando el paso casi corriendo llegò a su lado, le saludó pero ella no le respondiò sòlo le sonriò de manera amable, él insistiò pero ella hizo un ademan con sus manos y se alejò hacia la entrada del metro. En ese momento Jack se percatò de que aquella bella muchacha era sordomuda y se comunicaba con el lenguaje de las manos.

Al llegar a la Oficina le comunicò a su secretarìa lo sucedido, Ana Isabel lo escuchò con atenciòn y luego con una amable sonrisa le dijo las siguientes palabras: -Comprendo su situaciòn jefe pero no se preocupe, le tengo una soluciòn mire por cosas del destino, mi hermano menor Ricardo tambièn es sordomudo y se comunica con el lenguaje de las señas, si usted quiere hablo con èl para que converse con esa joven y le proponga el contrato para el comercial. Inmediatamente como si fuera un resorte Jack, se levantò de la silla y abrazando a su secretarìa le diò las gracias por ayudarlo a solucionar el problema. Dejando en manos de Ana Isabel la posible contrataciòn de la joven, se dedicò al desarrollo del esquema de trabajo para la pauta publicitaria con las agencias de radio y televisiòn.

 Una mañana al llegar a la Oficina Jack se sorprendiò al encontrar a la muchacha de ojos claros, estaba esperàndole y a su lado estaba Ricardo el hermano de Ana Isabel, despuès de los saludos de rigor, el rostro de Jack se iluminò con una sonrisa al enterarse que la joven aceptaba las condiciones del contrato para hacer el comercial luego le comunicò a su secretarìa que redactara los formularios del contrato para la firma tanto de Ricardo como traductor e interprete como de la joven cuyo nombre conociò por primera vez Carolina Lopèz. Este fuè el punto de partida para una larga amistad entre ambos, el comercial fue todo un èxito publicitario. Yack se interesò por aprender el lenguaje de las señas y con el transcurrir de los años, aquella amistad se convirtiò en amor, hoy estàn flizmente casados y cuando camina por el boulevard se siente el hombre màs dichoso y afortunado del mundo al llevar de la mano a la muchacha de los ojos claros.

Fin

Atte. Autor: Manuel Ibarra

Caracas/Venezuela

[Manuel Antonio Ibarra Acosta]

Muchas gracias por leer mi historia amigo Alfredo Jesus Lugo. Recibe por este medio amistad, afectos y saludos desde Caracas/Venezuela.

[Erika Palma Ayala]

[N€nf@___Nancy Beatriz Fuentes]

Excelente realto amigo, gracias

[Poeta Malume do Brasil]

Hermoso texto poetas Manuel - Te felicito.

Olá poeta e amigo Manuel Ibarra, boa noite para você. Vim aqui te visitar e prestigiar o teu lindo trabalho. Quero agradecer por compartilhar as tuas lindas letras, muito obrigado por nos demonstrar a sua maravilhosa arte, este grande talento poético. Que Deus possa abençoar a tua vida ricamente, e que este desejo de compartilhar seus trabalhos, seja uma constante na sua vida. Desejo-te o melhor, muita vitória, muita saúde, muito amor, e muitas bênçãos de Deus, do teu amigo, poeta Malume do Brasil. Fica na paz, fica com Deus.

 

[dalila m. flores díaz]

 Hermosa historia Manuel, agradecida de que le hayas dado su justo valor a las personas con discapacidades, ellos también merecen papeles principales..... saludos. Dalila.

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]

[Maria de los Angeles Villar]

TUS LETRAS

[Manuel Antonio Ibarra Acosta]

Este es mì regalo para todas las mujeres del mundo, en su dìa, espero lo disfruten.