Ocurre que no siempre el corazón entiende ciertos lenguajes que sin palabras pueden o son dichas, más cuando hemos pensado que hacemos el bien y es lo contrario, tal vez uno en el intento de hacer feliz, sólo nos convertimos en egoístas; pero de seguro de una manera sana, queremos compartir cada detalle, cada pedazo de tiempo, cada espacio en que el marco de las posibilidades lo permita, pero no nos detenemos a pensar que si somos del todo agradable a la otra parte puede o no gustarle y así llegan infinitas interrogantes y no encontramos la respuesta precisa porque tememos a que no sea lo esperado. La materia humana hace sus reflexiones y en ellas se nota a veces a grados incalculables un sentido de individualismo y nos refugiamos en justificaciones a nuestra medida y manera para no entender que el esfuerzo o la entrega que hemos hecho han llegado o tiene el fracaso que se ha convertido en la verdad, nuestra verdad.
Quiero ver la manera que el sentimiento sea la expresión de la verdad, que no se calcule, ni tenga instrumento medible porque pienso que es la expresión más íntima, más de cada uno mismo porque con él se da identidad, se entrega todo a cambio de nada sólo que se espera que se nos entregue esas pequeñas cosas que alimentan el espíritu sin ambiciones sin aspiraciones inalcanzables.
Se entiende y no se comprende, nos llega y no logramos que del todo nos tome, rara contradicción del decursar de la vida a la que en ella queremos dar lo mejor, pero se nos niega ese derecho por más que intentemos pues en estos tiempos se toma una manera rara o al menos no queremos descubrir por temor a enfrentar la realidad.
He querido al menos dar lo que de mí queda sin rencores, sin pasado, sin moldes y patrones, fallé debo acertar este amargo presente, y no sé qué pasará y no sé que sentiré .Se quiere y se siente la necesidad de hacer valoraciones que sin dejar escapar los sentimientos pensamos que con ellos se nos va la vida y no nos vemos como lo que somos protagonistas de nuestra propia historia. Pensamos que hemos robado aún sin hacerle intento ni tan siquiera llega a la mente el cometer tal delito, en materia de lo que se es capaz de sentir tenemos nuestras armas en las que no puede predominar el hacer daño todo lo contrario tener el alma y la conciencia limpias y en paz para quedar bien con uno mismo, si al final de la jornada es lograble como puede hacerse tenemos la pauta para continuar haciendo el bien a nuestra forma y estilo y por tanto la satisfacción de sentir el contento en nuestro interior que sin hacer alarde puede lucir la mejor de las prendas o el trofeo más grandioso en materia humana haber hecho con conciencia el bien, el recoger flores invisibles que no tienen espinas si no la expresión de una sonrisa, de un gesto afirmativo y no predomina el peligro de estar en deuda y aunque en ocasiones nos convertimos en sólo dueño de la noche ,en ellas el festín de estrellas nos hacen ver que hay cosas que en la oscuridad de ella hermosas sin tener en cuenta que el sol es más bravío
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL