Los cien años de Carmita

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Los cien años de Carmita

Está siempre ahí. Me hipnotiza. Cuelga, estrella en las ramas de un árbol. Hace cien años que no se mueve. Quieta, tiene sobre la falda esa canasta de flores siempre frescas que ya no esparcen aroma. Cuando hacemos contacto con los ojos, viajo en el tiempo y no encuentro respuestas. Guardo entre mis cosas los luceros que ahora y siempre han colgado de ese cuello de cisne que amo tanto.

¿Pero cómo puedo amarla, si nunca me ha dado afecto, sólo esa sonrisa de boca perfecta? Miro mis manos, y están ahí las suyas. Esa frente pequeña de nácar una vez me pensó y deseó que me pareciera a ella. Mi garganta es un cascabel: trinos con susurros nacidos del ruiseñor deseado. Mi rostro se parece a su rostro, mis manos a sus manos.

¿Qué le puedo hacer? En mis genes corren sus codificaciones. Y los códigos lo demuestran; clarividencia de la vida en espiral. No hay forma de evitarlo. Según me cuentan, su oratoria era excelsa, su voz de ángel. Ahora guarda silencio bajo polvo antiguo.

He decidido cambiarla de lugar. Escogeré otra pared, una en la que no tropiece a cada instante con esa mirada inquisidora suave y fuerte a la vez. Por más que le reclamo, siempre en silencio, fría y gris, me borra la esperanza, sin recibir respuestas.

Busco un lugar discreto y la coloco con delicadeza. Es la única fotografía que poseo de una imagen remota grabada en mi piel. Me pregunto si guardará otros cien años de silencios.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

www.carmenamaralis-vega.com.ve

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Ismari, cierto amiga, hay nostalgias que reviven recuerdos hermosos, bendiciones, Amaralis

[Ismari Marcelina Marcano Dicurú]

 La nostalgia... nos da vida.

Saludos

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias mi querido Elías Antonio, valoro mucho tu post, Amaralis

[Elias Antonio Almada]