Responder a esta pregunta puede ser más importante de lo que crees, porque la idea que tengas acerca de lo que es el éxito puede ayudarte a alcanzarlo o frustrarte en tu intento.
Pero, ¿qué significa tener éxito?
Pensemos en un ejecutivo movido por un intenso deseo de triunfar en su carrera que se dedica con tanto afán a lograrlo que acaba perdiendo todo lo demás, incluyendo a su propia familia. ¿Realmente ha tenido éxito?
El problema en casos como este consiste en dividir nuestras vidas en pequeñas parcelas (trabajo, pareja, amistad, etc.) y buscar el éxito en cada una de ellas por separado. Todas esas áreas de nuestras vidas no están, en realidad, separadas, porque todas forman parte de lo que somos como personas, y el verdadero éxito está en compaginarlas todas para que fluyan al unísono y cada una nos aporte algo valioso que nos haga sentir, no que tenemos éxito, sino que lo somos. Decimos: “este libro ha sido un éxito”, “esta película es un verdadero éxito”, pero casi nunca decimos:
“Yo soy un éxito”
¿Por qué no?
Ser un éxito significa dejar de pensar en tener éxito en tal o cual cosa puntual y específica o en algún área de tu vida que valoras especialmente, y centrarte en llegar a convertirte en lo mejor que puedes ser. Y no necesitas llegar a serlo para poder decir que eres un éxito, basta con estar en el camino, con tener en mente que el verdadero éxito consiste en ver que todo lo que nos sucede en la vida, todo lo que hacemos, todas las personas con la que nos encontramos, todos los trabajos que hacemos, los problemas que tenemos que afrontar, las alegrías y las desgracias, las pérdidas y las ganancias, son herramientas que podemos utilizar para ir construyéndonos un “yo” mejor, para perfeccionar nuestro pensamiento, nuestro modo de sentir, nuestra forma de actuar. Todas esas circunstancias no son el fin, sino el medio.
El candidato
Tener éxito a nivel profesional (o a cualquier otro nivel) de nada sirve si lo que haces no te aporta nada como persona. Recuerdo una película algo antigua llamada El candidato, donde Robert Redford hace el papel de un candidato al Senado de Estados Unidos. Al principio es tan solo un joven abogado idealista que no piensa en el éxito porque no cree que pueda ganar y ni siquiera lo desea; es abierto, honesto y sincero, y eso es precisamente lo que le hace ir ganando votantes, hasta que la posibilidad de alcanzar el éxito se convierte en una realidad que lo acaba cegando. Ahora lo que importa es tan solo ganar.
Tras una intensa y extenuante campaña lo consigue y, durante un momento, se siente exultante y feliz por su gran éxito. Pero cuando esa exaltación inicial pasa, se da cuenta de que, al haber estado tan centrado en alcanzar el éxito, olvidó lo más importante y fundamental: su equipo había preparado una brillante campaña, pero no había nada más, no sabía lo que iba a hacer, ni cómo hacerlo, ni si deseaba hacerlo; no tenía más que un éxito vacío de todo contenido. Entonces se sienta con aspecto derrotado y se pregunta: “¿Y ahora qué?”
Cualquier cosa por la que luches, cualquier meta o logro que desees alcanzar, solo tendrá sentido si hay detrás algo más profundo, algo que te haga crecer como persona, que aporte algo, ya sea a ti, a los demás, al mundo. No tiene por qué ser algo grande; puede ser un pequeño paso, pero si no está vacío de contenido, entonces no tendrás la necesidad de preguntarte: ¿Y ahora qué?
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL