SOLILOQUIO
No sé…no sé, creo que estoy demente o que irremediablemente he perdido el juicio. Vivo en el extremo sur del mundo, encerrado entre la cordillera y el mar, donde nos han dividido en buenos y malos, donde el 30% es igual al 60%, donde hay que elegir entre la peste y la malaria y… me creo libre, complacido y amante de la democracia.
Esto puede resultar irrelevante para algunos o para muchos, incluso para mi, pero… a veces, me queda dando vueltas conceptos y me lleno de preguntas sin respuestas, donde la incertidumbre siembra sus fecundas semillas.
Por otro lado creo ser poeta porque escribo algunos versos, que han volado más allá de las montañas y alambradas de esta “larga, loca y democrática geografía”.
Están embebidos en vuelos de gaviotas y golondrinas que rozan mi piel con eternas primaveras, y que, locamente, pienso que me aman, que me seducen con el bello cantar y acariciar de sus alas, llenando de encantos mi cotidiana vida y, así, creer y soñar que las sonrisas de unos ojos encontrados son sólo mías, los cuales almaceno en el arco iris del tiempo que transcurre. Y… de esta forma voy llenando mi netebook cotidiano con páginas falsas y sibilinas.
Debo estar demente cuando pienso y sueño en nuevas rutas; si estoy anclado a una rada que me aprisiona y me encadena ferreamente a su molo. Puede que sea un grito de rebeldía o el humano impulso de arrancar de una celda. Pero… ¿Dónde ir? ¿Dónde encontrar esa respuesta que mi rebeldía requiere? ¿No terminaré cayendo en una nueva celda, con nuevos carceleros?
Y lo más preocupante aun, por lo que mi insanidad es manifiesta, es que me he enamorado de una Margarita de un ajeno jardín, que vive dentro de alambradas imposibles de escalar y que, para el colmo, ha construido su nadir al otro lado del mundo donde sólo pueden llegar las alas de mi “Gaya Ciencia”.
Si… no cabe duda, no debo estar cuerdo, y… además sediento, porque sueño beber y hacer mía la vertiente que de ella emana y que le da vida, desechando todo ese caudal que pasa frente a mi abierta ventana, donde observo el trajinar de las cuatro estaciones del equilibrio.
En mi insanidad me duermo pensando en su cuerpo, en sus ojos y en su sonrisa que no me pertenecen, cuando ya el otoño ha deshojado mis ramas y la tarde, mi tarde, se ha dejado caer sobre mi espalda.
Si… soy un demente y… en mi sensata locura soy feliz porque he descubierto que mis coronarias, con un by pass y dos sten, aún son capaces de soportar la alta presión corporal que ocasiona la más grave y contagiosa de las enfermedades. Aquella única que es capaz de echar dos personas juntas a una cama… El Amor.
Dime tu ¿Estás tan insana como yo?
ALFONSO ESTEBAN JEREZ JEREZ
POETAMAUCHO
Comentario
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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