MONÓLOGO DE UN AGONIZANTE
AUTOR: MIRNA LOPEZ BAEZ
En este lecho frio, con el olor penetrante a hospital, entre gritos, llanto, sirenas, carreras de acá para allá, mi cuerpo mascullado y débil cuerpo se entrega. No a una entrega espontánea, es más bien un requerimiento que me dará el descanso que jamás tuve.
Desde los enjambres ensortijados de mi memoria llegan los recuerdo más felices, un tibio útero que me abrigaba, donde todo era seguridad, donde nadie me podía hacer daño, pero un día se abrió el grifo que contenía el agua donde vivía y por un canal estrecho me deslice, sentí algo llamado brisa y unas manos fuertes me agarraron, me quede en silencio. No sabía qué hacer. Cuando sentí un golpe en mi trasero y llore, desde ese instante supe que la vida era golpe, llanto y aprender a sobrevivir y que el que estaba a tu lado no le importaba mucho nada de lo mío.
De niño, son muy pocos los recuerdos, porque niño es aquel que juega, estudia, recibe un abrazos de sus padres, juega a la pelota con sus amiguitos y hermanos, pero yo no recuerdo haber hecho eso. Aprendí las letras de los periódicos que me arropaban en el rancho del viejo Pancho. Si, ese mismo viejo que me enseño a pedir limosna, y hacerle creer a la gente que tenía una pierna , un brazo roto y a veces hasta la cabeza me vendaba y me ponía un parche en el ojo y la gente se condolía mirando al tuertico en la silla de rueda a la puerta de la Iglesia Catedral y el mejor día era domingo cuando había misa arzobispal, las pospos de la ciudad se metían en la iglesia a lavar sus hipocresías, más cuando de ella salía volvían a pecar, pero me dejaban una buena limosna, como para competir unos entre otros a ver cuál era mejor postor. De allí le agarraba al viejo Pancho una monedas de más y me comía un pan dulce con un café con leche caliente, ayyyyy¡¡¡¡ como caí de bien en mi pancita vacía.
Ya de zagaletón caminaba por las calles, sin parches ni vendajes, solo camina por allí , mirando las muchachas y me gustaba una que se llamaba Rosa María, era liceísta la guapa, pero que carajo me iba a mirar , yo era un andrajoso más, de esos que abundaban, de esos que la sociedad daba la espalda por temor a que los asaltaran. Me busque un trabajo porque quería cambiar, quería que Rosa María con otros ojos me mirara y en la pulpería del portugués me emplearon de caletero, comía frutas, unas podridas que botaban, yo le encontraba algo bueno y de eso me alimentaba, dormía a escondidas en un banco de la iglesia, me escondía en el confesionario para que el cura no me viera, y a veces las beatas del pueblo se confesaban conmigo y no han de imaginar lo que aquellas señoras decían pero como yo no soy cura y mucho menos Dios a toditas les daba la absolución y salían las señoras felices y contentas y alguna que otra dejaba una limosna pa’ la iglesia, pues yo las agarraba porque a la iglesia nada le faltaba y yo ni zapatos tenía.
El día que iba a cobrar mi primera semana de trabajo llego una señorona de esas estiradas y rialuas, y cuando le cargue el paquete, se puso como loca a gritar, dizque yo la iba a robar y el policía de la esquina corrió y me esposo, y tres días me metieron en una celda de la policía, por lo menos me dieron comida, techo y cama pa’ dormí. Ni de decente se puede vivir en la vida los pobres porque siempre llega un rico que lo jode.
La vida palos conmigo y yo palos con ella, ni ella ni yo tenemos compasión el uno de la otra. Por esos caminos espero y empedrados, las plantas de mis pies sentía la borrasca que se saboreaba, el amargo de cada día y la miseria del vivir. Como decir buenos días¡¡¡¡ si mi trasero lo patearon al nacer dejándome en la puerta de un racho abandonado sin saber siquiera cual perra me parió, porque ha de ser una perra pues una humana no sería, no tendría tan mal corazón.
Cuesta arriba eran los camino, pero de cuesta abajo la sonada cuando los vicios yo probaba como cigarro, alcohol y drogas que llevaban otrora por paraíso infernales, eso de ilusiones que amaba y me alejaban de la realidad, con el estómago pegado al espinazo un trago de aguardiente lo calmaba, que cualquier vicioso lo entregaba por un poco de compañía no más al igual que un pase de perico o chupito de marihuana, era mejor que un plato de comida que se hacía tan duro cada día y tan difícil de encontrar.
Del amor que puedo hablar? Rosa María se fue un día y nunca más la volví a ver, debe estar bella como siempre, echa toda una linda mujer, daría este instante que me queda de vida por mirar su rostro angelical y morir en paz. Pero del amor , si así se le puede llamar solo conocí las putas , esas que nunca toque, las que estaban en el bar donde recogía las botellas para tomarme lo que los borrachos dejaban en ella, pero un maricón se enamoró de mi y yo le hacia el amor por cuatro churupos de reales que mejoraron un poco mi apariencia porque me compraba ropa, zapatos y chuchería, comía bien cada día y vivía en su mansión. Nadie lo visitaba, y no han de pensar ustedes que no tenía familia., el condenado, familia tenía, hijos más su mujer pero un día lo dejaron. Más yo no pregunte. Una tarde de noviembre salimos a caminar y él sin mirar a tras cruzo la gran avenida, un carro que veloz venia lo atropelló y su cuerpo se contorsionó, dejando sangre tirada, la gente que veía grita, no lo toquen¡¡¡¡ no lo toquen¡¡¡¡ tiene sida el atropellado, es el ricachón que la mujer lo dejo, por maricón y sidoso, y no se acerquen al otro que debe tener sida también.
El mundo se me jodió de mendigo andrajoso, a maricón sidoso eso no me lo esperaba yo. Heme ahora acá esperando el ángel de la muerte sin vela , ni Dios ni suerte, solo la muerte espero para calmar esta agonía que se carcome el alma mía sin un vestigio de paz.
Oh llega la luz no más, así de esta manera, me tiendes la mano y esperas que yo te la agarre a ti? Toma mi mano muerte, sácame de esta agonía , que en el otro mundo espero no cometer los errores que hasta ahora cometí y a Dios por fin he de servir de una buena manera.
Así es todo mis amigos, la llegada de la muerte no más y sin decir palabras le tienes que acompañar.
Comentario
MUY BEUNA HISTORIA DURA COMO A VECES ES LA VIDA CON ALGUNAS PERSONAS QUE TIENEN LA VIDA TORCIDA DESDE QUE NACEN
Buen relato mi bella y genial escritora, te admiro amiga, bendiciones, Marco
T E R R I B L E N A R R A C I Ó N
AMIGA MIRNA
ATRAPANTE LECTURA QUE NO SE PUEDE ABANDONAR UNA VEZ EMPEZADA
DRAMA COTIDIANO EN ESTA SOCIEDAD
Bendiciones incesantes
Mirna tremendo relato... Excelente mis felicitaciones y saludos!
OHHH GRACIAS MILAGROS POR PASAR MIS LETRAS, COMENTARLAS Y DESTACARLAS , ES HONOR.
UN ABRAZO DESDE NUESTRA TIERRA LLANERA
Muy buen cuento, Mirna. Me lo leí de un tirón y con gran avidez porque me atrapó desde el principio dado el buen ritmo que le imprimes a tu pluma. Abreso enorme y mis felicitaciones.
P/D: En mi humilde opinión, en la frase final omitiste una palabra ... puede ser luz o muerte. Y discúlpame si estoy equivocado, querida Mirna.
Ohhh! Esta es una historia cruda excelentemente confeccionada. De un impactante pragmatismo.
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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