Mal vestido, sudoroso
y con una sonrisa que ilumina su alma
Camina el niño, con paso ágil,
por el boulevard, el paseo
Por los pasillo, llenos de gente,
en grandes centros comerciales
A momentos, cansado, se detiene
y ofrece el periódico que vende
El Progreso, El Progreso, el Bolivarense
también llevo El Mundo y el Luchador
Otras veces la caja de limpiar zapatos
la toca como tambor
Para llamar la atención de clientes
¿Va a limpiar los zapatos, señor?
Limpios son 30 bolívares,
pulidos puliditos le cuesta un poco más
Aquí tengo los helados y los periódicos,
compren por favor
Ya son las once, las doce del día,
hora de almuerzo, y el niño lloraba
Con el producto de sus ventas,
con el producto de su esfuerzo
Pan, mantequilla y queso,
para el almuerzo llevaba
Mientras la abuelita
con sus otros dos nietos comía
El niño, una vez aseado, buscaba su bolso
que ya tenía preparado
Corriendo con el pan en la mano,
muy preocupado de su casa salía
Esperando la ruta para ir a la escuela
El pan con mucho agrado se comía
Llegaba a la escuela,
entraba al salón de clase;
pero estaba cansado
Muchas veces en el pupitre se dormitaba
y la explicación no la entendía
Aquella docente de incólume presencia,
lo regañaba, lo castigaba
El niño lloraba y decía …
mi maestra es buena; pero no sabe nada
Ella no sabe que limpio zapato,
ella no sabe que vendo periódicos
Tampoco sabe que vendo helados
y me levanto a las cinco de la mañana
El guarapo, el pan y a veces mantequilla
a mi familia nunca le falta
Salgo a la calle a trabajar,
no importa la lluvia
no importa el tiempo
Ya no soy el niño que quiere jugar,
Ya no soy el niño quiere reír
Ya no soy el niño que quiere correr
Ya no soy el niño que los árboles quiere trepar
Ahora soy el hombre
que a la casa la comida debe llevar
Otro día de trabajo,
el desayuno listo dejó,
vendió toda su mercancía
De regreso a casa
se paró en las grandes vidrieras
de centros comerciales
Miraba los juguetes, los zapatos …
y en su rostro se dibujaba la melancolía
Observaba el ir y venir de otros niños
que en las tiendas se encontraban
Cada uno de ellos, al lado de mamá o de papá,
que le hacían compañía
Con bolsas llenas de ropa, calzados
y hermosos juguetes de fantasía
Y aquel niño, ahora hombre
con lágrimas resbalando por su rostro
Las ocultaba pero sufría
Por primera vez, para sus adentros,
Se preguntaba …
¿Dónde estará mi mamá?
¿Dónde estará mi papá?
¿Qué pasaría con ellos?
A mi abuela le voy a preguntar
A veces quiero jugar y reír,
¿Hasta cuándo tengo que lavar?
¿Hasta cuándo tengo que planchar?
Quiero ser como los otros niños
Que tienen mamá y papá
Abuelita, abuelita, Antonio, Francisco,
vengan, vengan rápido, vamos a almorzar
Sentados en la mesita de aquel humilde hogar,
el niño no preguntó solo se puso a llorar
¿Por qué lloras hermanito?
Quédate con nosotros esta tarde
y vamos al patio a jugar
La viejecita, muy triste, les dijo ….
Niños, su hermano no se puede quedar
Tiene que ir a la escuela
Tiene que ir a estudiar
Piñate Del Valle
02/05/2013
Comentario
TU POESÍA HA TRASPASADO HASTA MIS HUESOS
UN TEMA DOLOROSO, TRISTE Y A LA VEZ CARGADO DE ESA INOCENTE FORTALEZA
QUE SOLO EN UN NIÑO PUEDE EXISTIR
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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