POESÍA Y VIDA (LA TRISTEZA COMO CATARSIS)

[Alejo Urdaneta]

(Edwar Munch)

POESÍA Y VIDA
(La tristeza como catarsis)

Oscar Wilde citó a Baudelaire en uno de sus ensayos: El crítico artista. Decía Wilde, en favor de la melancolía, que en Saturno las almas no cantan ni sonríen. Sólo el amor nos da la esperanza y nos es concedida la alegría. Baudelaire, citado por Wilde, escribió "Madrigal triste", en el que leemos:

"Que m'importe que tu sois sage?
¡Sois belle et sois triste! Les pleurs
ajoutent un charme au visage,
comme la fleuve au paysage
L'orage rajeunit les fleurs.

Puede traducirse así:

¡Qué me importa que seas sabia?
Sé bella y sé triste. Las lágrimas
añaden un encanto al rostro,
como el río al paisaje
la borrasca rejuvenece las flores.

El arte nos coloca ante las emociones desnudas y perdurables, nos preserva de la sordidez de la existencia y no permite acercarnos un paso hacia la perfección. Nada de lo que puede imaginarse es realizable totalmente en la realidad, tanto porque no es siempre digno de lograrlo, como por el hecho de que nuestras fuerzas físicas y emocionales no nos alcanzan en la búsqueda. Mediante el arte fingimos llegar a esa plenitud y forjamos vidas imaginarias, o con la poesía y la música damos materia a lo intangible. Toda forma palpable y presente a los sentidos tiene una existencia breve, fútil muchas veces, ya que nos es imposible fijar el instante de su realidad. Con la creación artística damos vida a emociones que no están ya en nosotros. Lloramos al escuchar una sonata para piano de Beethoven, nos afligimos ante la representación de una obra de teatro: Medea nos conmueve por su horror inenarrable en la vida real. El efecto de la obra de arte nos permite afligirnos sin que sea nuestra ni amarga esa pena. Catarsis que nos purifica de la pasión con la mediación del arte. “La emoción por la emoción es la finalidad del arte, y la emoción por la acción es la finalidad de la vida”, nos dice el personaje de Oscar Wilde en su Crítica.
La poesía, y pudiera decir que toda expresión de arte, nos hacen simpatizar con aquello que la sociedad ha prohibido: las costumbres que cierran paso a la pasión y que nosotros mismos nos hemos impuesto en beneficio de la razón, tratando de alejar del espíritu los impulsos pasionales. Allí surge entonces la poesía, destinada a servir de catarsis al dolor y el sufrimiento, y por eso el poema es muchas veces la memoria de nuestras desgracias. En el protagonista de la tragedia (esa forma especial de poesía) contemplamos las pasiones que también nos acometen, y gozamos del espectáculo como si fuésemos los personajes de la tragedia. Quebrantamos el pacto celebrado con la razón, y de tal modo la aparición del agonista será la misma a la que recurriremos cuando el dolor nos aborde.

Los poetas son adoradores de la tristeza porque llama a la ternura y desata sentimientos de alto lirismo.
Schubert lo dijo de la música: "¿Ustedes oyeron alguna vez una música alegre? Yo, no"

[mamihega]

precioso maestro, siempre es muy bueno leerlo, exquisita obra reflexiva, cariños 

[Elias Antonio Almada]

Muy buen trabajo

[Bethzaida Montilla Aparicio]

 Humm.... me quede así como pensando, y también recordando a un amigo poeta que una vez me dijo: "la poesía puede hacer sufrir a un hombre, pero nunca degradarlo." Salud Poeta! me gusto esa reflexión.