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Esa tarde melancólico transitaba por las calles torcidas de la soledad, quería que esa calle fuera un infinito laberinto y terminará inexorable cómo la de un caracol y él estar simplemente al final, sin más sombra que su cuerpo, estaba fuera de si en un silencio sepulcral dónde no decía nada, no había furia en su mirada, si una resignación apática, ilusa nada afable por qué no había nadie que lo interrogara solo era el contra la soledad baldía.
No pensaba por qué se lo prohibía, obligaba a su mente estar en blanco, en un pozo, sin luz, quería estar a oscuras aunque el hambre lo atarazará y lo cortará en dos estaba dispuesto a no luchar para ser presa fácil, no le importaba morir, lo necesitaba, era lo que buscaba morir de tedió, sin reclamarle a nadie, sin culpar los causantes de su ruina de su desgracia.
Mailov, pareció verla de pronto revelada en el fondo de un abismo, un espejo de la nada reflejaba una extraña luz, era una luz no de este mundo, traía esa música ya conocida, acercaba aquel bosque susurrante a sus oídos, volvía a los años mozos cuando la juventud era un cuento aparte sin la veneración de la tranquilidad si la inquietud de ser un hombre diferente.
La recordaba tanto, que se le olvido porque estaba allí en ese retiro mudo, dónde se había abandonado ser nadie, esperando el final de algo que se va tejiendo con anterioridad de querer morir.
se fue apartando de la sociedad cómo cuándo era un niño.
Mailov, no había cambiado nada, era la misma mujer con la eterna juventud de ser un ángel de alguna parte sideral del cielo, si estaba allí era para saludarlo... Se fue acercando tan natural en cuerpo entero, parecía caminar en otro mundo, flotaba el final en su mirada cómo una mariposa, el espejo de la oscuridad frente a sus narices, allí se encontraba cara a cara con la playa, caminaban descalzo cómo ella por las ardientes arenas que tras los pasos de él se hundían, pero los de ella, no había la más leve huella, lo descubrió porque se había vuelto observador y quería saber dónde hallarse, si hace unos instantes su lugar era otro absurdo, tan ajeno, austero y distante.
*_ Leo Frank, amigo, vengo a darte un fuerte abrazo, a saber de ti, me habían asignados otro casos, estaba con otras personas apoyándolas, dándoles una manito para hacer cambiar sus contrarias vidas por una más justa y llevadera. Hace 24 años perdí sus pasos, no por mi, en cierta forma perdiste la brújula amigo y tuve que echar mi vida a volar fuera de tus terrenos... Recuerdo que tomar esa determinación no fue nada fácil para mi... Mi maestro me saco de tu destino por un capricho que a veces el corazón de una mujer cómo yo no debe extender raíces y uno paga un precio por llevarle la contraria a los mandatos divinos, uno nunca debe involucrarse con los seres que estas bajo el mando de uno cómo el caso nuestro...*_
Leo, escuchaba atento, no sabía dónde estaba, no entendía si era real o estaba en un soponcio, de un largo sueño, con Mailov, nunca se sabía cuál era o podía ser esa viable definición certera, siempre quedaba en el ambiente esa duda, por más que se esforzará ganaba ella, porque además de dialogar profunda en conocimiento, siempre lo transportaba en otras dimensiones, ara algo así como una translación continua.
*_ Ven dame ese abrazo con todas la fuerzas vehementes de tu corazón, ven con tu dulce afecto de ternura y no permita que la soledad se apoderé de mí nunca más...*_
Leo, se cimbró de pies a cabeza, lo que acababa de decir no lo tenía en su pensamiento, era todo lo contrario, palabra por palabra la sopeso, volvía a los viejos tiempos de que Mailov, se valía de un truco y mental mente le daba unas coordenadas de hipnosis para que pronunciara lo que ella definitiva mente quería escuchar...
Estaba muy feliz que se le olvida sostener el curso de su pensamiento, para que debatirla era tiempo perdido, lo mejor era dejarse llevar a pulso por aquella forma de ser de Mailov, si estaba allí era para apoyarlo y enfrentarlo con el destino para que lo hecho en su juventud no fuera del todo un rotundo fracasó...
Mailov, lo miraba con esos ojos de cielo iluminado, se dejó ver por esa mirada de Leo Frank, ella tomaba lectura y una exultación instantánea ya se daba por enterada de todo, tenía lectura de su memoria, de su corazón y los andares de su alma, aún era niño, tenía esa semblanza de hombre ingenuo, había perdido todas las batallas, se había dejado desarmar porqué su alma y su conciencia nunca habían podido ser beligerantes, nunca tuvo las armas de guerrero para luchar con poder y decisión lo que realmente le pertenecía...
Sí, estaba allí para enderezar el rumbo, lo encontraba ahora enamorado y quería saber quién era esa mujer que se lo arrebataba pues allá también lucia enamorada de él, por ello la castigaron para moldear su espirito para lo que fue hecha, no había nada que hacer ante los designios proferidos por el gran maestro.
Se acercó para darle ese abrazo y dejó en su mirada el arco iris de la alianza y la solidaridad afectiva, allí estaban todos los colores de la inteligencia y la sabiduría, pero nada podía poseer si no se los ganaba con esfuerzo y lucha, tenía que estar en ese constante desafió y participar con enconados competidores de habilidad, fuerza, cómo inteligencia y pensar con lógica cada jugada maestra, pero Leo Frank, no tenía un patrón dominante para que fuera él, el ganador.
Mailov, parecía estar cerca, cuándo ella corrió a su encuentro y la mirada hipnotizaba zarpo cómo lo hace un gran barco al estar en mar abierto navegando al fin. Él sintió como de las profundidades de sus cuencas una red de invisibles nudos y lazos saco de ese ovalo las verdades y mentiras de su vida de pecador, sintió cómo de su alma salían páginas y páginas completas, y Mailov, se hacía receptora para enfrentarlo de nuevo.
*_Mi niño, mi consentido poeta aún sin su estrella, ya sé que escribes bien tus poemas, te adore cuándo eras joven, te ame cómo a ninguno, pero me es prohibido enamorarme de un ser humano, no soy de este mundo y lo sabes tú, este cuerpo es prestado, solo mi espirito está conmigo, es etéreo y no lo puedes ver, confórmate que hoy estoy contigo para cumplir una difícil tarea, la de tu reivindicación...*_
Se fundieron en un fuerte abrazo, el hacer contacto le pareció haber sacado los demonios de su alma, muchos de ellos ya tenían ese hábitat maloliente, al solo verse abrazado los sintió aullar cómo si les carcomiera el alma mil puñaladas, pero con un aliciente que cada herida era una caldera de fuego y aquellos cuchillos no eran de acero templado, no tenían aleaciones en la parte de su daga, era de un hueso pedernal sacado de una costilla angelical, para marcarlos, para dejarlos fuera en el limbo errantes de un edén seguro, ahora eran demonios sin decisión alguna, no tenían autonomía por haber sido vencidos por el abrazo de una mujer celeste de los círculos elípticos del más allá.
Nota: primer Entrega.
Luis Francisco Pardo Huertas
Leo Frank Park
Derechos reservados de Autor
Colombia – Kansas City Mo.
02- 08 - 2009
Comentario
Buen relato poeta. Esperaré la segunda parte.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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