RECUERDOS DE OTOÑO
Ha llegado el otoño, trayéndome el recuerdo,
De hojas coloridas, alfombras esparcidas,
Del amor aquel perdido en triste invierno,
Y árboles desnudos, de bifurcadas vidas.
Mirando el ventanal, contemplando caídas,
Las hojas de esos árboles, que ahora se desnudan,
Como mi triste alma al emprender huidas,
En la noche callada, y estrellas que se esfuman.
Y duelen sin querer las heridas abiertas,
Las amargas verdades, del amor en su huida,
De emociones perdidas y mañanas inciertas,
Que dejaste hayer, en tu súbita partida.
Que triste las mañanas, heladas por las brisas,
Que llegan en otoño, arrastrando sus hojas,
Como mi corazón, doliente y hecho trizas,
En mezcla de matices, de hojas verdes, rojas.
Mi alma se despide llorando en su congoja,
Descubriendo verdades que creía perdidas,
Solo tengo el olvido, darle vuelta a la hoja,
Como las hojas esas cayendo sin medidas.
Después vendrá el invierno, con su manto de sombra,
Y mojara mi alma, mí corazon, y mis huesos,
Que yacen desmallados, muriendo en la penumbra,
De un amor que se fue, llevándose mis besos.
Hoy sufro y me refugio, perdida en la arboleda,
Y contemplo los árboles desnudos y sin miedos,
Quisiera ser un árbol, sembrado en la vereda,
Erguirse con sus ramas, desafiantes, serenos,
Ahora mi alma, tiene invierno aquí dentro,
Y esta mi corazon, de frió entumecido,
Envuelto en sombras, ha de ir a tu encuentro,
No quiere palpitar, prefiere estar dormido.
Gladys Alvarado copyright © 2011
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