Hay salmos cristalinos como el agua fresca, que asemejan maderas suaves desvistiendo la piel.
Páramos donde yacen desnudos el hombre y la mujer.
Donde el amor doblega a la tentación.
Los ojos se vuelven de brillo profundo.
Los pechos se hinchan de placer en el manantial de los pezones duros y rosados como un ocaso en primavera excitando el falo del deseo.
Cabellos que se esparcen agitados por manos tímidas.
Gemidos como maderas antiguas y profundas.
Germinando como agua charolada que sucumbe a los placeres sagrados.
Salmos de piel desnuda.
Ojos que se vuelven fuente de alegría.
Labios recorriendo senderos con palabras impronunciables que van más allá del orgasmo y el te amo.
Hay salmos livianos, pesados,introvertidos, eternos, recorriendo la biblia de los encantos.
Salmos que se vuelven prófanos rompiendo silencios.
Salmos sublimes que no necesitan alma para ser eternos.
Son intensos, profundos que cuando penetran borran el pasado, el presente y el futuro, para vivir en la nada de los inmortales.
Salmos macizos escalando por las piernas y la espalda.
Salmos de lenguas que acarician despertando el éxtasis de una madera perfecta que tiene música clavada en las grietas de antaño.
Salmos húmedos que gritan y humean con fuerza hasta dejar huellas en la piel, la boca y el alma.
Quedamos tendidos, empapados de sueños, savias y suspiros.
Hay Salmos que no están escritos porque tienen olor a locura...Huelen a cuerpo rosando maderas...
Huelen a hierba recién cortada...
Huelen a lluvia de primavera.
Hay Salmos elaborados con partituras de danza en los cuerpos arqueados.
Tienen un sonido que se llama vida.
Son Salmos de amor que el mundo llama pecado...
Salmos que lloran cuando hay deseo y distancia...
Salmos que se quejan cuando frio por la noche.
Salmos que ríen cuando unos brazos atrapan la torrenta.
A veces hay Salmos de tristeza.
He notado que la nostalgia embelece...
Porque aumenta el deseo.
Porque acelera la pasión que posee a la pureza...
Huele a sensación cuando la piel se besa.
Y tiene un algo en la voz que nunca se olvida.
Porque se piensa y la piel se iriza.
Es un salmo inolvidable y eterno...
Porque se piensa y por dentro tiembla el cuerpo y el alma se derrama y sensibiliza en la piel del salmo que toca el Universo.
Alondra Gutiérrez Vargas, cantautora, poeta y actriz costarricense.
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