Sombría angustia anoréxica.

[Gerak Jairo Millalonco Velásquez]

Incandescentes fulguras del espectro muerto, de esa que sin desertarme me acosa de lleno. Yo que pensaba que era perenne… me acaba de expresar que está feneciendo…

¡Se enceguecen los sesos de mi intangible sombra!, y tanto es su mal vivir que con el sol se exaspera y con el frío se escarcha esta tonta sin hueso patrañera, patrañera pues cuando la conocí me recalcó que no tenía tacto y resulta que ahora si fuera de carne se me caería a pedazos. Yo creía que estaba bien pues trajinaba con migo todos andurriales y exceptuados unos cuantos dobleces quedaba virgen sin ni un pelo rasgado.

Pero esta colega que tanto me siguió, la notable compañera que en la vida me abandonó, la patrona de la silueta tardía que idolatraba, se me va… y justo ahora que le dije a esa otra tal por cual de la tristeza que se fuera con mi comida, mas la alegría que compré con las cenizas de mi angustia no me harán la compañía de mi tan fiel sombra.

Yo soy casi obeso me desbanco por la grasa y mi reflejo negro se extinguirá… ya está predeterminado, en unos días más se va… pero conmigo, el día de mi funeral.

 

***Escrito por un anoréxico***.