SUEÑO BLANCO
En la cama de sábanas blancas,
al caer la tarde pienso en ti.
Mi cuerpo tibio
cubierto de seda y encaje,
ansioso…
te sueña de mil maneras.
Una suave brisa entra por la ventana,
alegrando las transparentes cortinas,
enredando mi cabello mientras llega tu alma.
Poco a poco el crepúsculo se aleja
y una tenue luz de luna que alumbra el paisaje
baña mi rostro sobre almohadas.
¡Espero impaciente para encender tu fuego y arder en llamas!
Mi sueño blanco de marrones pestañas
sutil llegas con tus intensas caricias,
tu voz suave susurrándome al oído
me hace estremecer…
Todavía revolotean algunas aves negándose a partir
celebrando el encuentro de nuestras almas
deseosas y apasionadas.
Son testigo del amor inmenso
que invade nuestros corazones
y que en cada encuentro febril
nos demostramos hasta el amanecer
una y otra vez.
Tus besos queman mis labios
haciéndome delirar de placer,
mientras tu cuerpo se funde con el mío,
traspasándome…
suspiros al viento
uniéndose a los celajes de prisa,
fragmentando el silencio.
Un dulce frenesí nos arropa hasta el llanto,
tiemblan mis piernas y mis manos
anidando la emoción entre tus brazos
llevándonos al éxtasis
¡estallando orgasmos!
Ardor consumado en un estrecho abrazo.
Amanece…
al final del horizonte
el alba resplandece entre las montañas
iluminando el mar
las palomas en mi habitación
observan mi rostro sereno,
sonriente
durmiendo plácidamente.
En mi rosa nacarada
fluye mi sueño blanco, húmedo, cristalizado…
Surcos abiertos donde retozan tus manos.
Autora: MARIANELA ALEMÁN
25 de Agosto de 2009
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