TANTOS BESOS GUARDADOS. Poema Libre.

[Jesus Quintana Aguilarte]

TANTOS BESOS GUARDADOS.

Hoy te ofrezco los besos que nunca supe dar,
los que en tropel de espuma mi boca burbujea,
aquéllos que aún se adhieren firmes al paladar,
los húmedos e intensos que en mi lengua sestean.

Fueron naciendo lentos, al calor del deseo,
amasados de risas, esperanza y temblores,
y embozaron sus rostros en débil titubeo,
parálisis de labios, silencio de temores.

Quise darlos a tantas tras sus ojos ocultas,
aceptación y espera que evadieron mi mente,
joven inexperiencia, timideces adultas,
hielo que inmoviliza del río la corriente.

Y unas se fueron, y otras se acercaron después,
y a su tiempo partieron llevándose consigo
ciertas espigas de oro, pero mi propia mies
de besos ya maduros permaneció conmigo.

Y hoy que tú llegas de ilusiones hambrienta,
desangrada en heridas de amores malgastados,
voy a abrirte mi boca, donde ya se me revienta
de tantos, tantos besos que nunca fueron dados.

Jesús Quintana Aguilarte.

[Bethzaida Montilla Aparicio]

Hermosa entrega de versos y besos que hoy vienes a ofrecernos poeta, como sabor de mies recién cortada. Gratificante lectura. DESTACADO.

[Elias Antonio Almada]

[Edith Elvira Colqui Rojas]

Precioso

[Jaime Ignacio Jaramillo Corrales]

Amigo tan apreciado y dilecto, insigne escritor Jesús Quintana Aguilarte, acabo de leer unos versos bellísimos y sublimes; qué excelsitud de la cual hace gala su fecunda pluma. Sólo puedo afirmarle con toda emoción y certeza que le quedo súmmum agradecido por compartirnos su grandiosa sensibilidad y talento. La evidencia de tanta elevación poética logré atraparla en estos dos cuartetos que a continuación traslado hasta mi humilde comentario, sin subestimar claro está el conjunto de toda su magistral creación... 

Y unas se fueron, y otras se acercaron después,
y a su tiempo partieron llevándose consigo
ciertas espigas de oro, pero mi propia mies
de besos ya maduros permaneció conmigo.

Y hoy que tú llegas de ilusiones hambrienta,
desangrada en heridas de amores malgastados,
voy a abrirte mi boca, donde ya se me revienta
de tantos, tantos besos que nunca fueron dados.

Mis respetos, grandioso Bardo.

Un fraterno abrazo desde Zaragoza, Aragón (España)

Su amigo por siempre,

Condorandino