Fue una noche de invierno como esta noche fría y serena,
cuando te llamé y respondiste a mis palabras,
en ese momento estaba muy seguro que vendrías a mí.
No pasaron las horas nocturnas que a lo poco llegaste
y te depositaste tan delicada en mis brazos…
te miraba, mientras mi corazón gritaba y gritaba
lo tanto que te amaba; y te amé…
te amé sin besar tus labios.
Mirando por el ventanal, las estrellas parecían fisgonas;
el vestido de la luna trigueña se rasgaba en una astilla de la puerta,
quería entrar encantada y logró meterse por el ojo de una brecha
danzando por la madera, entusiasmada.
Tú, como una flor,
tus brazos como raíces en la tierra se adueñaban delicadamente de mi cuerpo,
te recostabas en mi, mientras te miraba…
te miraba en silencio.
Tu boca era una rosa en tu cuerpo,
mi alma se entregaba a tu mundo,
sentía cada milésima de porción de tu piel en mi piel.
Me acercaba suavemente a tus tímidas mejillas,
los acariciaba con mis labios perplejos,
en cada intento de palabra, la palabra respiraba tu piel.
Besaba y besaba tus mejillas
como besar a una gota de lluvia que resbala desde vientre del cielo.
Los minutos pasaban,
mi corazón latía como aquel tiempo que te había conocido,
era igual, era igual,…
te seguía amando locamente en mi pensamiento…
de repente, después de tanto llevarte en mi silencio,
de tantos años errados sin poder decirte lo que siento,
después de haber visto los cientos de dificultades cometidas y pasadas,
temía a la muerte que me llegara y se alejara simplemente sin tu vida.
Por ello, de la profundidad de mi pensamiento,
mi amor se convirtió en palabras,
hasta gritar al confín del universo: TE AMO… TE AMO…
Mis secretas palabras llegaron a tus oídos,
y entre la magia infinita del amor,
mis labios se impresionaron repitiendo por vez primera que te amo.
Y las estrellas se sacudieron de pasión,
la luna se volvió carmesí con las palabras desentonadas de amor,
mientras caía nuevamente en esa locura de soñar y sentir la fragancia de tu cuerpo.
Ahora que han pasado a los días,
puedo decirte que era mi vida un desencanto,
y me miraste, no sé en qué momento, pero me miraste…
posiblemente fue tu tierna mirada que me sonrojó,
y en mi alma se hizo algo hermoso,
renació mi mundo, renació todo, renació mi corazón.
Siempre he dejado este sueño en silencio,
y si abrí mis labios a tu oídos,
es porque mi corazón ni pudo aguantar todo este gran amor
que llevo por dentro como un sol.
Por ello, quiero gritar, quiero gritar y decirle al mundo,
a los cuatro vientos,
que: ¡TE AMO!, que eres mi VIDA y mi ADORACIÓN.
NO me arrepiento el amarte,
porque eres mi paz,
eres lo único que pido al cielo.
Ahora que el mundo, no despierte ni se acabe
y al menos me permita soñar.
Mientras mi alma, sigue en su grito de amarte,
adorándote con todo mi ser y libertad.
Comentario
Amigo Pablo es bueno saber que la belleza se puede expresar con las palabras y el amor se deja colar como único requisito de vida ..El amar es lo mas grandioso que dios puso en nuestros corazones .. y el al ser amado es la musa de inspiración que lleva el amor a todas las fronteras .. lo felicito poeta por tan lindas letras..
Hermoso poema amigo!!!
Saludos Cordiales.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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