UN BESO TRAS OTRO BESO

[Luis Francisco Pardo Huertas]

UN BESO, OTRO MÁS
Frente a mi computador las letras del teclado me invitan a escribir, están ahí en su orden anhelando que la inspiración llegue a mi pensamiento, converse con mi corazón y saque de mi alma esas pinceladas para deleitarme imaginando como ir dibujando el paisaje de un beso, de otro, de muchos otros hasta ser un cumulo infinito de emociones he instancias románticas al caer en la nota de ser feliz.
Un beso soñador que se escapa viajero como una leve brisa de invisibles alas vuela, vuela y no se detiene hasta buscar el nido de tus adorados labios, es un beso suave de transitar feliz, un saludo que abre la ventana de tu amor.
Tu allí en la distancia, ensimismada por los recuerdos del ayer cierra tus parpados y presientes que el poeta esta suelto en las páginas hechizando con las letras un romántico poema, piensa como él, al sentir un tacto, el de mis labios en tus labios, deja bajar el telón de tus parpados y enciende luces hacia los lados dejando un camino de penumbras en intimidad.
Un beso, parece ser solo un beso, pero es más que un beso, algo enciende en tus mejillas, te arropa un calor de verano, un abrigo como un sol que cae y cae, primero con un aire monzón del sur de la Patagonia, es gélido luego hay esa sensación de estar en medio del meridiano del Ecuador, te mece un cierto frío andino de montañas húmedas por el serpentear de una lluvia que no es lluvia, es un leve caer de gotas cada uno con el néctar de nuestro amor.
Ya se va ese primer beso, llega un segundo con el picante de un abrazador fuego, se adhiere a tus labios, se teje entre los vaivenes de hilos, se van enredando en el entramado de tu piel, asciendes y descienden con una carga de eléctricos átomos, salta a la velocidad de la luz de neurona en neurona, es corrientazo de alegres notas, de sublimes escalas modulando sonidos apenas perceptibles luego de un tenor tan altas, tiembla el escenario de tu cuerpo.
Un beso cálido, tibio, intimo se turna feliz, se hace viajero de galaxias, roza en geometría todos los astros, se comunica en los cósmico y transcendental por cada planeta, un beso que conjuga todo un universo el de una mujer y un hombre.
Como dejarlo ir, como dejarlo escapar si es un beso, un simple beso que no lo es, cuando toca fibras calladas, ensimismadas, las enciende en pequeñas chispas, chispas unas leves otras prolongadas hasta desatar un hilillo de llamas que no arden pero queman desde la medula, cubito, todo el sistema límbico como un suceso metafórico del coxis, cerebro, corazón y partes íntimas, el amor, el verdadero amor es efecto de secuencias, consecuencias afectivas de emociones sin nombre, inexplicables para hacer un libro.
Un beso nunca se parece a otro, cada beso de un enamorado ilusiona, se abraza a la fantasía, a la sinopsis e hipnosis de los sueños, aunque este despierto el beso es un pentagrama de notas cada una con su indistinto ritmo y melodía, basta tener lectura para absorber ese paisaje de pinceladas, retratos o videos, cada quién escapa huye o se entrega.
Ya no es un beso, no son dos, son tres y luego llegan otros más encendidos con detonantes y sensaciones más de dinamita que se asemejan a una bomba atómica, según la explosión de anhelos y el hervidero de la pasión.
LEO FRANK PARK
LUIS FRANCISCO PARDO HUERTAS

[Ingrid Zetterberg]

Linda forma de describir los besos, estimado Luis Francisco. Francamente hay muchas clases de besos, y ninguno es igual al otro. Felicito tu versar y te dejo mi saludo fraterno.

[Elias Antonio Almada]

Bonito trabajo