UN PEDIDO AL NIÑO DIOS (CUENTO AMOR Y HUMOR)

[LCDA. MIRNA LOPEZ BAEZ]

UN PEDIDO AL NIÑO DIOS

Autor: MIRNA LOPEZ BAEZ

Estaba sentada en mi sala, mirando las luces del árbol de navidad, es vísperas del nacimiento del Niño Dios. Miró el nacimiento al pie del árbol y está allí María a la espera de la llegada del niño, José, fiel acompañante de ella, La mula y el buey acompañantes sin saber la magnificencia de familia que tiene allí.

Yo?... sentada en mi soledad, mirando la navidad de mi hogar, con música navideña y aromas de pino, con los olores de las comidas típicas de la época que llegan hasta la sala. Acá estoy pensando en el hombre que amo. Los niños piden regalos al Niño Dios en noche buena y en sus camas o en el árbol amanecen los regalos.

Quisiera ser niña y pedir un regalo. Pedirle al Niño Jesús. Estar en los brazos de mi amado. Pobre ilusa de mí, mi amor está vedado. Niño Dios, aunque niño, eres Dios, lo puedes todo, pues tu padre te dio el poder. Porque no me haces el milagro de con mi amado estar. Porque no me das ese regalo de navidad. De niña te pedía una muñeca y me traías un reloj, si te pedía un carrusel me traías una muñeca y una vez te dije no te pido nada, siempre traes lo que tú quieres, pues trae lo que quiera igual lo tomare. Ese año recuerdas? Me trajiste dinero, el último regalo que me diste. El dinero que siempre he odiado, pero a ti te pareció, tú sabrás, tú eres el Niño Dios. Solo quisiera que me trajeras a mi amado, que compartiera mi cena de Navidad, brindar con él en Noche Buena y decirle: Mi amor Feliz Navidad. A ver si entonces se te ocurre y me traes al vecino, que no está nada mal pero no es mi amado, o me traes a mi exsuegro noooooo ese no me lo traigas porque dichoso Adán que no tuvo suegro y ese que me toco es familia del señor de abajo; diría que su hermano, o se te ocurre y me traes un nomo, No niño Dios, no te eches esos pelones mira que ya crecí, estoy segura de lo que quiero, y lo que quiero es mi amado, ¿Puedes traérmelo por favor? Aún que sea solo la noche de Navidad. Dame ese regalo Niño Dios. Es tarde ya es de noche, mañana es noche buena, me iré acostar, en mis sueños a mi amado buscare. Ya dormida, mi mente juega conmigo y me va pasando imágenes como películas hasta llegar a la película que quiero ver. A mi amado llegando con su maleta en la mano, su cara de cansancio pero en su mirada un profundo amor por mí, me lanzo de mi cama y corro a sus brazos, me guindo de su cuello y me lo como a besos, sus maletas caen al suelo y una se abre del golpe. Está feliz de tenerme en sus brazos, me besa, me acaricia, me recorre como viendo si estoy igual que cuando partió. Me toma de la cintura y me lleva a la cama. Me besa, su boca parece hambrienta de mí, es como el pobre que le colocan un manjar y se deleita, no me deja ni respirar, es una locura maravillosa, me posee tiernamente y con frenesí. Mis senos son su locura, los tomas y pareciera olvidar el mundo en ellos y a mí me hace olvidar todo cuando estoy con él. Su rostro cansado ahora es una luz esplendorosa que baña mi vida y mi pasión, es un arco iris que me sube al cielo y mantiene allí por horas, extasiándome y dándome ese amor que por meses esperé. Un timbre que atormenta mi oído, ahhhhhhhhhhh, desperté era un sueño, el Niño Jesús me trajo a mi amado pero en sueños. Veré quien toca la puerta a esta hora de la mañana.

_ Buenos días señora. Telegrama para usted_  

_Gracias. Feliz navidad_ A ver, es telegrama de mi amado, ¡¡¡qué me dirá!!!! “Felices Fiestas mi amor, no podré estar contigo por mi trabajo, pero sabes que te tengo en mi corazón. Un beso te amo”. Aprieto el telegrama en mi pecho y siento que eso es lo que tengo unas letras.

Haré de esta Noche Buena la mejor así llore mi alma y mi corazón se desgarre por él. La casa está llena de gente, los vecinos, familiares, amigos, todos han venido a acompañarme, pero siento el vació de mi amado. Llaman a la puerta, otro amigo más iré a ver, me detengo un instante ante el Niño Dios y pensando le digo: “Viste siempre me traes las cosas como no son, te lo pedí de verdad no de sueño, sueño con él todas las noches, tú no me entiendes eres un niño , aún no sabes de amores”

Abro la puerta. Allí.... un hombre parado con unas maletas en la mano, un sombrero con copos de nieve en su ala, unos ojos profundos y tristes en un rostro aceitunado, con unos labios que incitan al beso. Yo ... paralizada, muda y con los ojos abiertos hasta más no poder, un temblor se apodera de mi cuerpo y no puedo evitarlo, ni disimularlo, él me observa, quita su sombrero y me mira, en su mirada hay un enorme te amo que grita desde lo más profundo de su corazón y en mi la alegría más inmensa que pueda haber,¡¡¡¡ es mi amado que ha llegado!!!, me besa y me dice: Feliz Navidad mi amor.

Por fin me oyó el Niño Dios Gracias Niño Jesús, me trajiste el que era.