Comenzó a caminar un día sin dirección, ni rumbo.
Kilómetros y kilómetros de carreteras solitarias.
Poco a poco fue cruzando fronteras, sin importar los peligros que ocultaban los países.
Dia a día hiba sembrando esperanzas,
Sin saber el acontecer de cada mañana.
Las lágrimas mojaban su calzado el cual se desgastaba por el calor del asfalto.
Así se fueron juntando uno a uno los paisanos.
Que huían juntos de la revolución engañosa.
Formada por héroes que se burlaban de un pueblo.
Creyente en las mentiras de políticos ansiosos de poder que destruyeron hasta las costumbres de todos.
Así decidieron salir muchos a buscar un futuro
Lejos del mar rojo que bañaba mi pais
Un mar de sangre, violencia, hambre, enfermedad y sufrimiento.
Del cual muchos querían eliminar de sus vidas.
Preferían morir en el camino por los peligros del mismo.
Que morir en la miseria que brindan los rojos, rojitos.
Le quitaban la comida al pueblo de los anaqueles.
Para darle una caja de miseria y quedar como héroes.
Lo triste es que tenían seguidores que creían en ellos y los apoyaban.
Los rojos estaban acabando con la pobreza.
Pero matando de hambre a los pobres.
Poeta Gamboa
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