Viernes de Bohemia 018/07/2009

[DR.RANSES BENJAMIN DIAZ BELLIARD]

‘‘Cuantas veces yo pensé volver/y decir que de mi amor nada cambió/pero mi silencio fue mayor/y en la distancia muero/día a día sin saberlo tú’’ (Roberto Carlo) Acá en Santo Domingo estamos como la arepa: Candela Por arriba y candela por abajo. Cuando no es la lluvia que nos ahoga, lo es el calor que nos acogota. Cuando no son los mosquitos con sus flechazos, son las mortificaciones de los apagones; mientras los precios suben, suben, suben, los sueldos parecen microbios; que vida esta que debemos llevar los Canis del Señor.  

Hoy es un día extraño, estoy difónico, tengo fiebre de pollo,  el pecho constipado,  me duele la garganta, y no me funcionan ni las gargaritas de sal o champaña; ni las rodajas de cebollas en un plato al dormir, ni beber sopa caliente, ni abrigarme el cuello con una bufanda y aún cuando me enrolle un oso panda, no se me calmará la situación. Tampoco me sirve el jarabe de rábano o el menjunje de sábila cebolla y miel; ni las gárgaras de té con miel; ni el sumo de cabrita con guanábana verde rayada y aceite de higuereta. No me sirve ni el alcanfor ni el berro, y yo creo que ni con puerro se me calma este dolor. Que nadie me hable de hazañilla, ni de jarabe de vainilla, que el asunto no ha de prosperar. No sigan con esos consejos, ni de patas de conejo, disque el bicarbonato de sodio, el tomillo, la salvia o el llantén, que así como ustedes ven, a toditos yo los odio. Para mí que estos remedios caseros eran tortura de los abuelos como venganza cuando uno se les portaba mal…

Bueno, mis queridos Tainos Locos Bohemios, prefiero beberme un infusión de cascaritas de ron, tal vez con dos gotas de limón, no se puede exagerar,  se puede volver agua. Porque entre políticos y menjurjes, pócimas y cuanto menjunjes, prefiero por lo que me urge, el gozar y el bacilar…Abur   

Vencido está el caballero

Rodó con todo y sombrero

Quedando a la orilla del camino

Allí encontró su destino 

En su largo caminar

Cansado  tropezó con la muerte

Cuando se le acabo la suerte

En un extraño lugar

¡Qué triste se ve!

¡Que disminuido!

Aquel que de todo ha tenido

Ha perdido hasta su fe

Solo nos queda el dolor

Cuando se extingue el amor…Ransés 2:09 a. m. 8 de julio del 2011