Y logre superar...

[mamihega]

Y logre superar... (Prosa)

En un amanecer radiante donde el sol presuntuoso nos iluminaba con sus destellos irisados, desperté con ganas de abrazarte y no estabas, te llame por tu nombre tres veces y dos más por ese sobrenombre dulce que ambos en la intimidad nos decíamos “mi cielo dorado”, pero nunca respondiste, pensé que estabas preparando el desayuno como a veces te gustaba sorprenderme, me levante colocándome la bata mientras caminaba y en la cocina tampoco te encontré.

Mire sobre la mesa, halle fragmentado el florero y marchitas las alelíes que ayer a la tarde recogimos y el mantel bordado por tu madre, regalo de nuestro cuarto aniversario ya no existía, ¿Qué paso? Me pregunte y una revelación llego a mis sentimientos en ese instante al ver en un extremo de la mesa un precioso antifaz dorado cubierto con trozos de papel de colores picados como si la más hermosa y soñada fiesta de bodas recién habría terminado, en el piso yacía un trozo de papel blanco mal cortado con letras corridas por el apuro “No te amo, me saque la máscara, no tengo el valor para decírtelo mirándote a la cara” Adiós cielo dorado, Manuel.

Se oscureció mi corazón opacando la claridad del majestuoso sol día tras día, erizándose los sentidos hasta que el manantial de dolidas lágrimas borraron su cobarde mensaje en el pálido papel, no sé qué paso con él, jamás lo volví a ver, en la ciudad claramente ya no vivía, tenía todo planeado de hace mucho tiempo parecía, porque se llevo hasta la última e insignificante pertenencia y solo “se olvidó” el anillo…

Me dejo el dolor de su doble personalidad en el dorado antifaz, cayeron las hojas secas haciéndoles cosquillas a mi silencio, florecieron brotes nuevos y el sol volvió a brillar en mi ventana, revisando las cosas encontré la foto que tome del antifaz ese día para llorar con ella y arrancar a Manuel de mi existencia poco a poco, desesperada de tristeza arroje su fiesta esa misma mañana al olvido, solo me quedo este retrato que, ya no me arranca ni una lágrima y se funde en el fuego festivo del colorido de las llamas junto a su recuerdo y sus cuatro años de mentiras entre cielos dorados, porque me siento fuerte y logre superar su ausencia entre las tinieblas, ahora, mi rostro suspira aires de libertad sin su presencia.

Prosa Poética inspirada en la imagen del antifaz. 
Autora: María Herrera- Mamihega. 
Derechos Reservados de Autor.

[Bethzaida Montilla Aparicio]

Ay mamihega, me dejaste alelada amiga, menos mal que es una inspiración, pero como tu bien sabes, todo se supera, hasta las caídas por muy dolorosas que sean.

[Nelson Lenin Aguinaga Ortiz]

Más allá del antifaz está el disfraz del cínico y embustero que no sabe aquilatar lo que tiene y prefiere el amor de esos que se asoman de vez en cuando y cuando atrapan a un iluso, simplemente le tienden el anzuelo para ver si caen y hace lo que este caballero hizo con su mujer, quien lo amará estoy seguro hasta el último instante de su existencia; pero en todo caso, esta prosa es una realidad con ese antifaz que es el ingrediente majestuoso y delirante en que se basas estas letras desbordantes, felicitaciones dama de la poesía, estupendo tu obra que la saludo a la distancia 

         

[mamihega]

Muchas gracias Elias, un fuerte abrazo

[Elias Antonio Almada]

que buena interpretación  de la imagen