LA SOLEDAD SONORA
Cuánto silencio concentramos sin un gesto!
Cuánto dolor y cuánta soledad
en esta vida que se escapa sin tocarnos!
Cuánta rabia contenida en un grito callado en la garganta!
Cuánta verdad silenciada,
Dios,
cuántas palabras sin eco y cuánto silencio!
Tenemos el cuerpo aterido de un frío
y una escarcha de agua contenida,
un hielo transparente e invisible
que nos atenaza el alma
y nos sella la boca de silencio.
Mañana,
sí, quizás mañana será el dia definitivo
en que las palabras se atropellarán de una vez en la garganta,
saliendo en un grito de libertad
sin tropel ni contención ya para siempre....
Estoy cansada de todo y de todos,
ando por los rincones sin rumbo fijo
y desvarío intentando encontrarte y encontrarme.
No hallo el modo de zafarme de tanto dolor
y tanta hiel en las entrañas,
que me tienen sin respiro por momentos,
que no me dan margen de maniobra
para llegar a tu interior y conocerte,
tal cual eres en el fondo de tu alma.
Esa alma para mí en nebulosa,
tan lejana y fuera de mi alcance.
Y, es que es tan importante para mí estar segura
de ése amor que pregonas a cada instante,
que mi entendimiento se encierra en mil barreras
y no sé salir de estos barrotes y esta pena.
Pena en el corazón por no encontrarte,
pena en las entrañas de tanto amarte.
Tienes la cara cubierta de silencio,
las manos fundidas
limpiando un fango de años en la espera,
un dolor hecho sangre en la mirada,
un gemido callado que no sale
y se queda rezagado en las entrañas.
Hay alguien en cada esquina que no grita,
alguien que esconde lo que siente,
alguien acosando los momentos,
que lucha por vencer lo que no sabe,
que sabe de libertad y no la alcanza,
que pasea su impotencia por las calles
y no respira.
No,
no respira aunque se ahogue,
no respira.
La tierra se alarga interminable,
definitivamente muda sin matices,
oscura en su centro y sus extremos
y no llegamos nunca a recorrerla.
El cansancio nos hunde en la miseria y la impotencia.
Y no llegamos,
no, no llegamos.
Porque las piernas se olvidan de dar el paso.
El paso definitivamente frenado en la desidia.
Seguimos anclados en el tiempo,
con la palabra muda en el silencio.
Seguimos caminando sin destino,
con la esperanza rota de tanto grito ahogado en el camino.
Las lágrimas silencian los gemidos
de tanto callar lo que nos rompe por dentro y sentimos.
Es que tenemos todo el cuerpo congelado,
sin que un sudor limpio y sereno,
venga a salpicarnos con agua limpia,
nos bañe de esperanza
y ahuyente la tristeza
de un amor completamente incomprendido.
Y es que el amor verdadero es tan difícil,
que no te llena,
no.
No te llena de paz y equilibrio.
Amar es un dolor que parte el alma,
cuando sientes que ese amor es un martirio.
No obstante seguimos anclados en el tiempo,
detenidos en el eje de la historia,
esperando que algo cambie en ese mañana,
que nos ha sido dado sin quererlo,
sin que cuente de dónde y cómo provenimos.
Sevilla.
Son las ocho de la noche
de un dia cualquiera de julio,
el sol se resiste a marcharse
y el calor es asfixiante.
La noche amenaza
con un insomnio de fuego en vela,
los españolitos de a pie
pasean su juventud por las calles
huyendo del calor y la asfixia.
No quiero que mis versos me delaten,
tampoco que me acepten
como yo me acepto,
he de seguir viviendo como soy,
ese es mi dilema y mi presente.
Basta de vivir a ciegas
sin un pasado prendido en una lágrima,
hay aún motivos para seguir viviendo
en un pasado que se adorna con flores
de un futuro.
Así soy yo,
¡¡así sigo siendo yo y mis circunstancias!!
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Gracias por elegirme.
MARITA
Marita Ragozza de Mandrini
Para poder vivir muero varias veces
Es un honor para mí contar con tu amistad.
Petonets (besos)
Dolors