EL SUEÑO DE PALMIRA

[Guillermo Segundo Chávez Chávez]

EL SUEÑO DE PALMIRA

 

La tarde postergada se mecía entregando su aroma. Atrás quedaron las frías mañanas del invierno. Mientras el ocaso avizoraba la llegada del adviento. Detuve mis pasos al pie de
una brillosa palmera; la misma que por nombre puse Palmira, en honor a  mi gran amiga que conocí en San Nicolás de las
Garzas, Estado de Nuevo León. Sin el menor esfuerzo pude ubicar sobre la orilla
del camino a una noble semilla. La percibí amable, tierna y cariñosa. Tal vez
el imponente Sol había marcado sinsabores por el camino que conduce a la ciudad
perdida de mis amores. Aunque Palmira casi siempre la cubría entre su sombra,
simulando un abrazo de amistad. Maga, era tan pequeña, que de solo mirarla,
florecía entre amarillenta maleza, su elegante verbo conjugaba bien con el
paisaje abisal. Maguita, mi noble semilla, muy amena dialogaba con Jacqueline,
su entrañable amiga. Risueña mariquita de ojos color café. Cuya sonrisa me
llenó de gozo; la misma que hacía gala junto al viento azulado, y este señor de
vez en cuando, construía siluetas perfumadas que dibujan entre sí frágiles
nostalgias.

Y la suave brisa ha besado mi rostro mestizo mientras anuncia navidad en el páramo.

A lo mejor Maga quería decirme algo, pero mi ser quedó prendado de aquel diálogo que parecía inmortal. Por cierto tan ameno que no quería interrumpir. Entonces sentí al
viento disipar mi ego. Otra vez recordé al firmamento rojizo. Quise comprender
bellas estelas que simulaban ser gaviotas sobre la mar morena; pero esta
desplazaba su oleaje hacía la costa del Pacífico Sur. Hasta que al fin, Maga emocionada
me dijo, ¡Querido amigo!, he visto tantos hombres cansados de llevar a cuesta
su leña, y junto a su cansancio un verbo profano que pronuncia entre lamentos,
pesares de toda esa vil miseria. Estos hombres han sentido en el alma no solo
arder el Sol en su carne, sino los sinsabores que deja la postergación de su
pago. Ellos no reciben panetón, champaña, pavos, ni conocen aguinaldo, solo
reciben injusto salario.

Mi noble semilla, sentenció, he caminado desde la yunga hasta el páramo andino, cruzando charcas, albercas y ríos. Sin embargo cierto día quedé perpleja, al ver y escuchar a dos
hombres que se ofendían sin cesar. Luego como irracionales se liaron a golpes
hasta desangrar. Entonces al ver cuanta rabia concentrada, lloré amargamente.
Después de disipar mi dolor, en esa maraña indigna – Palmira interrumpió –
queridos míos, a veces me he preguntado. Si este mundo ha sido diseñado para
vivir en justicia, trabajo y solidaridad ¿Por qué los humanos no pueden ser
felices? tal vez el viento me traiga una respuesta. Debo decirles, añadió
Palmira, las noches son interminables cuando los hombres dejan de amarse. Será
porque le rinden culto a la diosa soberbia, quien es madre de doña mentira, que
juntas matan las pasiones, y cuando las pasiones mueren se terminan los sueños.

A lo mejor querida Jacqueline, sostuvo Palmira, soy caminante de sueños gratinados, pues cierta mañana escuché: en el páramo nace otra esperanza. Los hombres se congregan,
trayendo en su alforja variedad de peces, aves y roedores. La pacha mama ha
bendecido hasta el último paraje de los Andes. Las mujeres amasan harina de
camote para hacer deliciosos panecillos que pronto servirán, sea con carne de
Chinchilla, trucha o codorniz. La mano maestra comenzará su danza, moviendo los
peroles donde se cocinan deliciosa milpa de rojizo maíz. Las aves en sus nidos,
disipan a sus tiernos polluelos, anunciando el nuevo amanecer. Mientras los
niños estrenan sus versos, cantando villancicos a Manuelito que pronto nacerá.
Ya en la montaña los Apus unen sus voces para cantar: vendrá un día en que
todos, al levantar la mirada, desde el páramo veremos, ¡Otra tierra que brota
libertad!

Y mi mariquita cuando alce vuelo verá un nuevo mundo que goza en justicia y dignidad.

 

Guillermo Segundo Chávez Chávez

[Guillermo Segundo Chávez Chávez]

Saludos, hermanos poetas, escritores y artistas de este insigne portal . Espero saber si este cuento de mi autoría, es de conformidad con las bases , por cuanto tuve dificultades en agregarlo a este portal. Disculpen la demora que haya podido causarles.

Mis mejores deseos a los organizadores y felicitaciones para quienes resulten ganadores en este concurso de cuentos.
Bendiciones, con el cariño de siempre. Guicha