No, girasol, no des la vuelta, no.
No gires aún,
se que viene el celaje
y en el cielo un céfiro impulsa el viento.
No, amor, no sigas, ciega, tu reloj de olvido.
Estoy aún pequeño y entre la hierba crezco.
Estoy aún ansioso entre la brizna azarosa
del destino que me ató a tus pétalos.
Estoy aún metido entre tu polen cálido
restañando las ansias para volver a amarte.
No gires contra el mundo tu voluntad de abrazo.
Estoy aquí pequeño para estar en tus redes,
hundido en la raíz para conquistar tu aroma.
No voltees contra mi amor tu escudo,
dame la tibia clorofila del aliento.
Girasol de mi vida,
yo soy ese que danza para que tú me sigas,
voltereta en el aire
que reinventa las caprichosas nubes
desde el ocaso.
Ahora, girasol, puedes girar
que he creado, al reverso del mundo,
la utopía de los besos
para que sangre el cielo.
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Gracias, amiga María Elena, un placer compartir, abrazos
Nadie puede ir en contra de su naturaleza. Me encantó tu poema, está lleno de hermosas imágenes y de sublimes ideas. Todo un gusto leerte. Saludos
Gracias, Ruby Eugenia, por tu bello comentario, abrazos
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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