Soy Poeta.
Poeta,
Por decisión divina que cruzó en mi camino,
un alma sensible,
un corazón enamorado,
una mente inquieta.
Se nace poeta,
eso no se planifica,
ni se aprende en las aulas de ninguna escuela.
Nací poeta y eso no lo pude evitar,
ni puede la voluntad cambiar el destino
que nos ha sido señalado.
¿Quien sabe acaso con exactitud el preciso momento de la inspiración?
Yo no lo sé,
tan solo lo siento,
lo vivo,
lo escribo,
lo recito,
lo comparto.
Hace mucho tiempo dije mi primer verso,
dicen que fue extraordinario,
arrancó lágrimas y sonrisas,
que todos y todas me querían abrazar,
mi padre todavía lo recuerda.
Era un poema de una sola frase,
Dije: Mamá.
Desde ese momento sin comprenderlo todavía,
descubrí que nací poeta,
ese era mi destino.
¿Quién puede no creer en las palabras y sentimientos
que salen de nuestras mentes y corazones?
En nosotros y nosotras,
un Te Amo,
es siempre novedoso y desconcertante,
siempre emocionante,
nunca pierde vigencia.
Quien vive la poesía siempre vive enamorado,
esa es nuestra virtud,
quizás nuestro mas notable defecto.
Un poeta puede decir un millón de veces te amo,
sin resultar en vano,
sin engañar a nadie.
Para ser poeta solo se necesita estar vivo,
Un poeta siempre es un niño,
siempre está inquieto por lo que ve,
por lo que siente,
por lo que sufre.
Nací poeta,
sin escuela,
ni métrica,
sin reglas,
ni estilo.
Poeta,
en la espontaneidad de un cuaderno y un lápiz,
que hicieron evadirme de la rutina del aprendizaje,
para vivir el sueño de las palabras,
las imágenes,
las texturas,
los olores,
y colores.
Nací poeta enamorado de Ivonne,
la niña hermosa que me despertó a la adolescencia.
Poemas escritos con origen pero sin destinos,
cobardía escolar que me enmudecía ante su presencia,
me paralizaba ante su sonrisa.
Seguí siendo poeta en mi juventud,
enamorado,
ilusionado,
rechazado,
decepcionado,
pero vuelto a enamorar.
Mis versos me llevaron a muchas bocas,
a muchos corazones,
me condujeron por las rutas del placer de amar,
me despertaron al palpitar en mi cuerpo
de otros cuerpos,
a saborear innumerables labios,
a despertarme a la vida de adulto.
Llegada la madurez,
Sigo siendo poeta,
Sigo sintiendo las mismas pasiones,
siguen llegando a mi mente recuerdos de momentos pasados,
que se fueron por la ruta de los alejamientos,
de las distancias.
Tengo un amor que ha crecido conmigo,
hemos florecido en sentimientos e hijos,
amor en el que he atesorado todas las experiencias vividas,
todos los sentimientos que me enseñaron a madurar,
a amar para siempre.
Llegará el momento de envejecer,
y seguiré siendo poeta.
Entonces,
le escribiré a los recuerdos,
a los tiempos idos por los laberintos del pasado,
a los hijos y nietos,
a mi mujer hermosa y fiel,
a mi vejez.
Vendrá el momento de mi muerte,
Y con mayor fuerza seguiré siendo poeta,
porque mis versos quedarán como el recuerdo,
de lo que he sido,
de lo que siempre he querido ser:
Poeta.
Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Maracaibo - Venezuela.
Diciembre 13 de Diciembre 2008.