SIRENA AZUL - LAS BURBUJAS AZULES DEL RÍO

[Sergio Alejandro Fernández Hdez]

SIRENA AZUL
LAS BURBUJAS AZULES DEL RÍO    

DE: SERGIO ALEJANDRO FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ.

TAMBIÉN AUTOR DE LAS IMÁGENES

 

 

Nicole es una jovencita  de 17 años con la piel morena, cabello negro y ojos color de miel. A ella le gustaba mucho salir a pasear a lugares como el río o la playa,  pero sus padres no la dejaban salir sola, Nicole era una joven muy estudiosa, hacía sus tareas muy rápido y por eso se aburría mucho cuando se quedaba en su casa.

Un día los padres de Nicole se levantaron muy temprano, ellos tenían que viajar fuera de la ciudad por cuestiones de trabajo y se fueron sin decirle nada a Nicole. Ella al levantarse fue a la cocina y vio en la nevera una nota donde le decían el porqué de su viaje. Nicole al darse  cuenta que sus padres no estaban en casa se le ocurrió una gran  idea... Ese día ella iba a aprovechar  la ausencia de ellos para salir a dar un paseo...

Nicole fue a comerse un helado, luego fue a un centro comercial, después fue a sentarse en un banco que estaba en un parque, siguió caminando y llegó a un terminal de autobuses, pero ella no se iba a montar en ningún autobús. Caminó hacia la carretera, no paraba de caminar y poco a poco, sin darse cuenta, se fue alejando más y más de la ciudad, hasta que llegó a un lugar muy bonito. Era un lugar donde hacía mucha brisa  y había árboles por todas partes. Nicole dio algunos pasos más y de repente se tropezó con una raíz de un árbol y cayó al suelo.  Al levantarse vio que había muchos matorrales a su alrededor, ella se abrió paso entre esos matorrales y vio que estaba en un hermoso bosque repleto de gigantes árboles y arbustos con flores.

Se sentía muy alegre, entró al bosque y se acostó en la grama.  Se estaba quedando dormida cuando comenzó a oír  un ruido que venía de  los arbustos. Como  era muy curiosa fue a ver qué  era ese ruido y descubrió que  era una grandísima y bellísima cascada parecida a  las de la Gran Sabana. Tenía mucha sed,  caminó hacia la orilla y tomó un poco de agua en sus manos.

 

 

Nicole vuelve a oír otro sonido aún más fuerte y muy cerca de ella. El ruido provenía del choque del agua con una gran roca que estaba en la caída de la cascada. Se quedó un rato observando la caída del agua y fue caminando poco a poco hacia donde estaba la roca...  Se dio cuenta  que  era un pequeño y profundo río de aguas cristalinas, pero era una corriente muy extraña, porque el agua era como efervescente,  y eso producía unas extrañas burbujas azules.

 

Nicole se quito un zapato y metió el pie en el río para ver cómo estaba el agua, entonces comenzó a sentir un cosquilleo...  Se puso un poco inquieta y asustada,  cuando a través del agua, ella no veía bien sus dedos,  los cuales poco a poco se transformaban en algo rugoso de color azul, metió el otro pie y también comenzó a sentir la mismo, Aquello la hizo perder el equilibrio y cayó al río.  Nicole estaba flotando en el agua, pero sentía algo extraño y cuando se vio,  descubrió que en vez de piernas, tenía una larga  y escamosa cola azul y aletas azules por detrás de la cola y en los brazos.

 

 

¡Nicole se había convertido en una  sirena! ella  intento subirse a la gran piedra pero como no controlaba bien la cola  volvió  a caer al agua.  Estaba tan asustada que no nadaba, solo flotaba, no sabía que hacer, de repente sintió que algo la rozaba por la espalda, era un tronco, ella se agarro de él y con mucha dificultad, logro llegar a la orilla. Al dejar de tener contacto con el agua y las burbujas azules, le aparecieron otra vez sus piernas y volvió a  la normalidad. Ella quiso regresar a casa y por suerte pudo recordar el  camino. 

Pasaron los días, hasta que  la profesora no asistió a clases y entonces Nicole decidió, regresar al río encantado. Estaba muy soleado y hacía mucho calor y Nicole quiso nadar un rato, pero esta vez se lanzó dando un gran salto.  ¡Al caer al agua volvió a convertirse en sirena!

 

Ahora le parecía muy divertido nadar como un pez y sumergirse en lo profundo del agua. Nadaba  haciendo giros y se sumergía a gran velocidad una y otra vez. Así estuvo mucho rato hasta que decidió explorar el fondo del río. Todo estaba muy oscuro pero le llamó la atención algo que brillaba allí...  Era como un espejo, que reflejaba la luz del sol. Se acercó cada vez más, intrigada por ese objeto brillante,  lo tomó en sus manos y nadó hacia la superficie. Entonces pudo observar que era una pequeña y extraña caja de cristal,  la quiso abrir para ver qué era lo que había adentro y encontró una medalla dorada con la figura de un pez azul.

 

Pensó que ese sería el regalo por ser una sirena, se la colocó y  desde ese día la comenzó a usar  como un adorno en su cuello. Todos los días, cuando no tenía clases ni  otras obligaciones,  Nicole iba para el río, se daba un chapuzón y se convertía en  sirena. Se dio cuenta que las burbujas azules eran mágicas  y por eso al meterse al río se transformaba en una sirena azul...

Con el tiempo Nicole aprendió a hablar con los peces, a mover bien sus aletas y hacer muchas piruetas en el agua: ese era su secreto.  Ni sus padres, ni nadie sabía que ella al darse un chapuzón en ese río encantado…  ¡se convertía en una sirena azul!

 

 

SERGIO ALEJANDRO FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ.

18 DE OCTUBRE DE 2011

[Marita Ragozza de Mandrini]

Un mundo mágico a través de una figura mitológica que el autor crea con vida propia y que nos sumerge en el ensueño.

Una escritura prolija e impecable.

Hermosa obra donde el lenguaje visual es precioso y acompaña a esta historia encantadora.

Felicitaciones al autor.

[María Isabel Zelaya]

¡FELICITACIONES, SERGIO! Muy bueno tu cuento y tus dibujos. Un gran abrazo a tus padres y maestros de escuela y ¡adelante!... ¡continúa deleitándonos con tus creaciones!