RUMIRUMI
Autora: Iris Girón Riveros
Muchas veces las madres que son autoritarias y castrantes, anulan la felicidad de sus hijos.
En la ciudad de Antmolqui, lugar de bellos paisajes y noches de cielo despejado, las familias se trataban fraternalmente y se conocían muy bien entre sí, a excepción de los miembros de un hogar con mejores recursos económicos, que trataban con displicencia a todos. Esta familia tenía dos hijos: un varón de 20 años de edad y una hija de 16.
El joven, de nombre Luis, se enamoró de una joven llamada Teresa. Para pesar de los padres de Luis, Teresa no era la pareja ideal para su hijo, y en todo momento trataron de separarlos.
El amor entre los dos, se acrecentó y siguieron viéndose contra la voluntad de los padres del joven.
Transcurrido el tiempo en años, Luis y Teresa, formalizaron su relación. Fijaron fecha de matrimonio. Todo esto, en secreto.
La ceremonia civil y religiosa, tendría lugar en Rumirumi, un pueblito que quedaba a unos 45 kms. de distancia de Antmolqui.
Los padres y familiares de Teresa, viajaron a Rumirumi en la víspera, llevando todo lo necesario para la celebración.
Llegó la fecha señalada, la hora indicada, diez de la mañana. Tanto el Alcalde como el Párroco, aguardaban el arribo del novio, para dar inicio a la ceremonia nupcial. Llegó el Mediodía y la noche lluviosa. Nunca llegó Luis.
Desairados los familiares y amigos de Teresa, no comprendían la razón de la ausencia cruel de Luis.
- ¡Pero si se le veía tan enamorado! – comentaban.
Regresaron todos a Antmolqui, al atardecer del día siguiente. Teresa se quedó en Rumirumi, desconsolada, no se explicaba la razón de la actitud de Luis.
¿Qué había pasado con Luis?.
Su madre, al enterarse de la boda, mientras Luis dormía, echó candados en la puerta de su dormitorio y en su ventana. Por más que él gritaba le abrieran la puerta, solo el silencio tenía por respuesta.
Pasó el tiempo, Luis buscó a Teresa. Pero ya era tarde. Ella había decidido entrar al Convento de Clausura, existente en la Capital del Departamento.
Una mañana, como Luis no acudía a desayunar, su padre fue a buscarlo a su cuarto.
¡Oh, qué dolor! La escena era terrible. Su hijo estaba colgado, atado de su cuello con la correa del pantalón. Se había ahorcado.
La incomprensión de los padres y la injusta discriminación, pueden llevar a que ocurran estos hechos lamentables.
Lima, Perú, Febrero, 2016.
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TRISTE RELATO
Muchas gracias a ti, querida Ma Adiela,
Querida Mab:
Te agradezco por tu importante Destacado.
¡ CORDIALES ABRAZOS !
buenísimo, felicitacionesssssssss
triste prosa, pero buena historia basada en hechos de nuestras serranías.Saludos querida Iris.
Gracias Edith Elvira por leer un relato
que escribí el año pasado.
¡ CORDIALES ABRAZOS !
¡Qué desgracia querida amiga Iris! una historia muy triste que me hace recordar a los famosos Romeo y Julieta....parece que antiguamente los padres solían escogerles el marido a las hijas o la esposa para los hijos.....pero no creo que en la actualidad se den estos casos....Felicito tus letras y te dejo mi abrazo sincero.
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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