UN PAISAJE DE AMOR EN PARÍS

[AZUCENA CABALLERO HERRERA]

Caminaba rápidamente por el Boulevard de Montparnasse, cuando - de pronto - el color de la tarde cambió, fue palideciendo la rojez del sol, hasta transformarse en un amarillo limón que apenas alumbraba a través de los árboles, que se precipitaban uno tras el otro ante su vista. Dobló la esquina de la calle como en trance, todo le resultaba familiar, incluso las pequeñas gotas tibias que comenzaron a caer y las sintió en su rostro perplejo como si fueran lágrimas.

Se detuvo en vilo ante la figura que venía enfrente de ella. Sus ojos se nublaron y en segundos ¡le reconoció!. Reconoció su presencia como una aparición lejana, que de improviso iba a encontrar sin saberlo, y tomaba la forma de su amado quien se quedó en la tierra de origen a kilómetros de distancia y había dejado de verlo hacía años, desde que le miró junto a una joven, aquella vez.

Avanzó un paso, estiró sus brazos hacia él, quiso abrazarlo, besarlo, pero sus manos no tocaban, sino el aire. Regresó impactada al hotel en donde se hospedaba…

A la mañana siguiente, le avisan de la recepción que alguien preguntaba por ella. Le dijeron “es un caballero que dice venir de lejos con una joven”, su corazón palpitó con fuerza, se preguntó… ¿Ellos?

Pero no, no se atrevía a pensarlo, ¡no podía ser!, nadie supo de su prolongado viaje, viaje para poner distancia entre ella y él, entre ella y el amor de su vida ya no habría nada, nada… aunque su corazón ardía en llamaradas recordándole,  renunciaba con dolor y dignidad, renunciaba…

Se atrevió a salir, allí estaba el hombre amado, tal como lo añoraba, tal como antaño, diciéndole:  “¡Te amo para siempre!”.

“Amor mío, - continúa  él, sonriente -  ¿Por qué me dejaste?”. Por fin te hemos encontrado, mi sobrina y yo".

Esta vez sus manos no tocaron el vacío, y… en un abrazo infinito, los tres lloraron.  

 

Azucena Caballero Herrera

CHILE

TEMA:  Relatos de amor.

[Rafael Merida Cruz-Lascano]