I
…ese fuego nos confunde entre la hoguera.
Alma, de errante peregrino, va camino
al otro lado inexplicable de los sueños…
y se hacen libre los destellos, los azules.
Ese olor, que entre por la ventana, es invierno…
me despierta la sed insaciable de los sentidos,
pierdo entonces las ganas de seguir viviendo,
mas es la noche el único obstáculo posible.
Algo dicen los árboles al viento, y lo detienen…
ellos siguen con el sonido verde de sus hojas
el rastro oculto del canto de la noche…
Ahora caen gotas de rocío en las flores
y los pétalos se cubren con tu llanto…
se hacen húmedos y lúbricos tus labios.
II
…Al sentir la daga transitando la carne
el dolor se vino en mil quejidos…
y uno a uno cayó cada grito
en el espacio concéntrico del cuarto.
…Al sentir la angustia dilatarse
corrieron sus ojos sobre la herida…
la sangre fluyendo manchó su ropa
y se dejó venir la pequeña niña…
Alguien gritó y rompió todos los silencios,
gota a gota se nos vino la lluvia…
y la humedad se dibujó en el patio
como una mancha de agonía
arrastrada por el tiempo que se ha ido
llevando de la mano a los pequeños.
III
…despacio, nos vamos yendo
despacio, vamos llegando…
y existen voces de antaño
que nos trazan los caminos…
son huellas que van quedando
entrelazadas en la arena…
angustia, dolor y pena
por las que vamos muriendo.
Otros somos y a la vez los mismos
jinetes que atraviesan la llanura
y se dejan llevar por los ocasos…
¡Otros somos y volvemos al comienzo
sin dejar el final en el olvido
tras los suspiros del viento!
IV
…cada quien encontró su propio camino
al mirar la franja oculta de su destino…
y alguien preguntó por las cosas más extrañas
y sólo ella le respondió al olvido…
…cada quien vino por su pedazo de nostalgia
y sólo encontraron migajas de sueños
dispersas por el otro lado de la mesa
mientras aquellos reían con sus vientres repletos.
…cada quien y cada cual, se hicieron la venia
pero jamás se entendieron… y dieron media vuelta.
Su giro fue tan espontáneo que nada los hizo volver.
No es hora de pensar en esas cosas, es mejor dormir.
…cada quien observa su existencia y la limita
al espacio oculto de su propio deseo…
A veces se piensa en el olvido como algo necesario
y se vuelve a las fronteras ocultas de los sentimientos.
…cada quien revisa uno a uno su expediente
y saca sus propias conclusiones de la vida
atando a sus deseos los más íntimos rencores
sin dejar que cicatricen por sus bordes las heridas!
V
…está vestida de rosa la delicadez de tu cuerpo,
él se amolda a la forma de una flor que emerge,
que brota, de los pétalos más tiernos. Y vigorosos
como un par de volcanes, ardientes de lavas…
tus senos incitan mis deseos e invitan a mis labios
a saborear el néctar más sublime de los dioses…
…con la suavidad de mis manos rozo esa rosa
y se eriza tu piel abriendo los canales más secretos
de las profundidades sagradas de tus espacios
donde con ansia busco los bordes de tus labios
y dejo sumergir mi lengua en el calor perenne
de ese nido que atrapa sin compasión mi cuerpo.
Algo me dice que son los pétalos más húmedos
que he rozado con la yema de mis inquietos dedos.
Ahora levanto el centro de mi cuerpo y me escapo
hacia el centro del cáliz con el cabalgar de tu potro
y retorno al borde de mis pensamientos eróticos
cual pequeño que busca la ternura de esos senos.
Autor: Dalit Rafael Escorcia Marchena.
Barranquilla, 16 de julio del 2016.