Os voy a relatar la hermosa historia de un perrito que soñaba con ser intrépido y aventurero al mismo tiempo, cazar animales y atrapar comida de los árboles para poder vivir de ése substento era su objetivo. Un buen día se lo pensó bien y se escapó de su cómodo habitat y sin despedirse de su mamá, cogió una canoa, y con ella cruzó el río, a partir de ahí comenzó su aventura ingeniosa.
Nada maś adentrarse en el bosque, se encontró con un Tucán de amplio colorido y muy jovial, predispuesto a brindarle su amistad y su ayuda en todo lo necesario, en la larga trayectoria se hicieron muy buenos amigos y a partir de ése momento eran inseparables.
Su mamá una preciosa Collies, angustiada por su pequeño, empezó a buscarle sin descanso, pero lo que su madre no sabía, es que su retoño, no quería ser buscado y quería vivir su propia experiencia y ser independiente pero ella lloraba muy triste y desconsolada gritando su nombre.
Por otro lado, Aladín le preguntó a Tango, perplejo: ¡Cachorro!, ¿Dónde vas por éstas tierras?, -¡Tú no eres un animal salvaje, te perderás, y no sabrás volver!¡Tampoco estás preparado para serlo.
-¡Pero si no tengo una oportunidad, jamás podré serlo!, dijo a su vez el perrito y lo que es más, no sabré si soy capaz de enfrentarme a ésos animales que sí son salvajes, ¡Quiero ser como ellos!.
-Definitivamente te has vuelto loco, ¿Es que no te das cuenta que eso es verdaderamente peligroso, no te dejarán ni un hueso sano.
¡Porfavor déjame intentarlo, no quiero ni por asomo, ser un animal doméstico ni un cachorrito faldero, deseo ser salvaje como los animales del bosque. Sólo te pido que me apoyes y me ayudes.
-¡Allá tú mismo, Tango! Está bien, te apoyaré y ayudaré en todo lo que esté a mi alcance.
-Gracias, amable compañero. Dicho éstas palabras, el cachorrito Tango, fué a buscar suerte por ésos lares, y con ésa ansiada libertad, se dirigió caminando lentamente y de manera sorpresiva le salió un oso queriendo atacarlo. Tango le hizo frente al voluminoso oso.
- ¿Quién eres?, le preguntó el perrito, ¡Sabes bien que no me asustas con tus grandes alaridos que das!, aunque pretendas dar miedo, no me causas ningún temor. Al escuchar las palabras del perro, el oso se presentó amigablemente con el nombre de Garras. Éste último, desesperado por no encontrar comida para saciar su apetito se quería zampar la del perrito, ávido y despierto se lanzó contra Garras, gruñéndole y enseñándole los dientes en señal de protesta, y el oso se alejó del lugar, con el rabo entre las patas terriblemente atemorizado.
Tango siguió su curso normal, por la vereda del bosque y encontró a su paso a unas simpáticas ardillas pero celosas, porque no querían que ningún extraño usurpara su estancia ni descubrieran su escondite ya que estárían perdidas y serían buscadas y atacadas sin piedad. Él perrito siguió camino más adelante, era bueno y rápido para reaccionar, si fuera preciso dejaría su piel para defenderlas a la mamá y sus crías, pero ellas reacias y temerosas de su visita, no deseaba entablar amistad con él y con ningún bicho viviente o animal doméstico desarraigado.
¡De verdad, no os preocupéis, yo os salvaré tenedme confianza!, mi labor en éste solitario sendero, es convertirme en un perro audaz, al oir ésta alentadora conversación, las pequeñas ardillitas y su progenitora, alejaron sus miedos y dejaron actuar al dócil perrito a ayudarlas y guiarlas por un camino más seguro para todas ellas, desviándose del escondite de los malvados zorros para que no sean vistas, pero lo que presenció Tango, no le hacía ninguna gracia, las ordenó que se escondieran en una roca detrás de unos matorrales. Por el bien de sus nuevas amiguitas, no debería asustarse y les hizo frenta a los zorros que aparecieron de repente. Se liaron unos contra otros en un combate arduo, pero eran cinco contra uno y le era imposible e inutil la lucha, se encontrraba él sólo y no tenía fuerzas para pelear con cinco lobos al cual más temible.
¿A quién pretendo engañar?, ¡Sólo a mi mismo! Ni tengo la entereza ni la fortaleza, soy muy pequeñito y no sirvo absolutamente nada, se lamentaba el cachorrito con lágrimas en los ojos, un encogido corazón y una autoestima por los suelos. Solamente sirvo para estar en el regazo de mi mamá, la dejé sola y triste para buscar algo que ni siquiera pude encontrar y para ser de mí, un animal guerrero y aventurero y a nada llegué. Les fallé, dándole valor y confianza y las defraudé, sólo me queda aceptarlo e iniciar el viaje de vuelta sin despedirme de ellas avergonzado.
Éso, o demostrarle de nuevo mi valía y hacer algo para que no me tachen de cobarde. Al rato, se escucha un grito sordo, parecido al de un alarido de un cachorrito, Tango se aproximó al ver que ocurría, ¡Éso sí!, enjugándose las lágrimas y envalentonándose, se enderezó y mostró su gallardía. Los perritos estaban jugando inocentemente y no vieron el peligro, corretearon por una cabaña echa de piedra y en frente había un lago que daba a una peligrosa pero linda cascada y sin pensarlo dos veces se cayó Nuka, la única hermanita, de los cinco, en ése momento, la perrita nerviosa, chapoteaba incensantemente, se encontraba aterrada y con un temor atroz porque no sabía nadar con sus dos patitas traviesas y se iba directa a la catarata, por una pendiente vertiginosa sin remediarlo. El valiente y forastero perro, lo tenía todo planeado de antemano por si surgía algún contratiempo, le pidió amablemente al Castor vecino la canoa de madera que estaba depositada al filo de la orilla, le contó lo que le ocurría y se la entregó de inmediato y sin rechistar.
Muchísimas gracias amiguito, ahora puedo socorrer a la cahorrita Nuka, una perrita ovejera que se guarecía con sus hermanos en ésa concurrida cabaña de madera, allí tenían su casa su mami y sus cinco crías. Para sorpresa del perro atrevido, bajó con la canoa en dirección hacía el gran chorro y allí se hallaba Nuka, ansiosa, y agitándose con pavor, Ella escuchó un grito que provenía muy cerquita de la cascada, le advertía que se tranquilizara que la iba a sacar de ése peligro en el que se encontraba. Nuka y Tango, ya subidos en la tabla y salvados se dirigieron poco a poco a la orilla más próxima y seguido a la casita de ellos, a la cálida cabaña.
¡Mami, hermanitos, ya estoy aquí, en casa, os presento al cachorrito intrépido que me salvó. Tan amable y tan dispuesto! Se adelantó la madre, y le contestó suavemente, ¿Cómo te puedo dar las gracias dulce perrito?, -No es nada, Blanquita, ¡Salvaste a mi pequeña perrita Nuka, y éso nunca lo olvidaré. La cachorrita, salió al encuentro de Tango agradeciéndole encarecidamente, ¡ No es nada, no te preocupes perrita, pero éso sí, tened todos cuidado, al jugar, hacedlo fuera del lago, porque ésta vez vuestra hermanita tuvo suerte porque yo me hallaba cerca, pero la próxima no contareis con tanta fortuna. La madre, les dijo a sus crías, ¡Niños, dadles las gracias por salvar a vuestra hermana Nuka, ! Muchas gracias Tango amigo!, ¡Tranquilo chicos, a cuidarse todos!, Blanquita amiga, me tengo que ir, en busca de mi madre, me estará buscando ya que me escapé para ser un perro intrépido, ¡Pero tu ya lo eres. Cachorro!, Ahora, vete y no vengas maś por éstas tierras, busca a tu madre, debe estar desesperada y acongojada, Si ya me voy, Gracias por vuestra amistad y por sus consoladoras palabras. Ahora sí que me siento un perro fuerte y audaz.
Jubiloso fué dando grandes zancadas con sus patas largas, corrió velozmente al encuentro de sus amigos, y de ahi en una barquita hacía el otro extremo del paraje dónde se encontraba su mami, llorosa, enojada y preocupada, pero al mismo tiempo feliz y emocionada de haber encontrado a su pequeño perrito Tango. Se abrazaron, se lamieron y jugaron y entre risas y aullidos de alegría juraron no separarse jamás, uno del otro.
Autora: Sofi Piris
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Fecha 10-abr-2018 7:30 UTC
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Preciosa historia, mi estimada Sofi. Contiene mucha simpatía y, a la vez, situaciones dramáticas que nuestro valiente Tango logró superar con éxito indiscutible. No obstante ello, me preocupa un poco el final, pues, como suele pasar con los humanos, las madres, de tanto proteger a sus pequeños, no aceptan que un día decidan irse con una zorra... quiero decir, con una perra... ¡nooo!, con una preciosa dama... hihihi... ABRAZONRISAS DE MONO...
Precioso, me encanta el espíritu de superación que deja el personaje en todas las experiencias que e toco, sinceramente bellisimo.FELICITACIONES
Lindo y tierno cuento que me ha encantado leer, mil gracias por compartirlo para nuestro deleite.Un abrazo venezolano.
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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