Odas a la paz.

[Eliana Florez Pineda]

Odas a la paz.

                                    

 

Frente al mar pienso en ella,

sin prejuicios ni ataduras,

viento, libre, corre por el tiempo

cual  paloma pasajera en  busca de su nido.

 

Cierro los ojos, y  está ahí frente a mí,

dibujo en mi mente su figura,

con una pluma ensangrentada para no olvidar porque la anhela el mundo,

cual   noche de decembrina donde mueren los odios y nacen esperanzas.

 

El océano sosegado ante mi presencia ocasional, estoy cerca admirando su belleza nata, escucho el ruido suave de sus aguas, se rosan con el vaivén de las olas,

le brindo reverencia, se muestra compasivo, sensato, sensible,

olas   vienen  a acariciarme, se alejan lentas, se ocultan, respetan  mi espacio, yo, el suyo.

 

De pronto la he terminado en mi matiz inmaterial,

está tras el horizonte, florecida, melodiosa, blanquecida,

sin marcas de violencia, la sangre en el asta se convirtió en nubes albas,

y en sus trazos perlados la tierra de paz está llena.

 

A veces, la veo plena, queriéndose salir del cuadro

para convertirse en la geometría del instinto humano,

desvaneciendo la soberbia, eximiendo su alma de rencor,

anudando las iras y librando alegrías.

 

Tal vez no quiera abrir los ojos más nunca,

quizás, sólo quiera dar vida a mi lienzo…

…O tal vez esté pensando no salir de mis quimeras,

y convertir este mundo hambriento de justicia en odas hechas a la libertad y la paz.

 

 

 

 

 

 

[Eliana Florez Pineda]

Estimada compatriota un gusto enorme que estés en mis letras y valores mi trabajo, un abrazo grande desde la fría Bogotá.