Gata en Celo

Te palpa,

Estás ahí.

Siente ese aroma tibio de tu piel.

Se desliza ágil,

 lenta,

Le gusta percibir…

Sin Primavera

Decidí amarte toda la vida,

ayer, hoy, siempre.

Amo tu recuerdo,

tu olor,

tu espalda.

Tu manera de sufrir,

y esas…

Todo en orden,

el universo muestras sus grietas

girando desesperado.

Las nubes se conforman con llorar.

Relámpagos ardientes gritan tu nombre.

Sigo  creyendo que todo  está  en orden.…

No existe el perdón

Los que la ven piensan que es libre,

que su vida transcurre entre cielos y rosales,

que nunca ha llorado ni desvanecido de tristezas.

Se equivocan,

Hay un infierno grande es su…

Lirio  encarnado sobre  mí

En mis  sueños

te siento perfumado, jadeante.

Despierto de un limbo profundo

para encontrar tu rostro junto al mío

en un marasmo de deseos fuertes,

muy…

Un día como hoy

Un día como hoy, 16 de abril,  una mujer muy débil salía de su cama, luego de tres días de espasmos y  dolores. Tres lunas y la niña  nacía al salir la próxima luna, como le decía la Tía Cocó, para calmar los gritos de mi madre. –Ya mismo nace, puja.  Decidió no esperar la próxima luna. Débil, muy débil, se colocó en cuclillas y con toda la poca fuerza que le quedaba, asistida por mi ángel de la guarda, pujó…

Junto a lo eterno

Aún tengo tu olor pegado en mí,

y el azul de tus ojos me persigue.

Con los míos cerrados

Escucho  los  gemidos

cada vez que me besas.…

Locuras y reproches

Sin remedio, loca, enajenada.

Al  soñarte grito

y me rio a carcajadas.

Es que no encuentro razones  para odiarte,

te amo.

Y sé que estoy…

¡Dios mío, me han regalado otro perro!

Sí, me han traído un perro, qué digo, una perrita de dos meses de nacida. Se me enterneció el corazón, y no pude rechazarla. La verdad que no sé si es fea o bonita. No tiene raza ni un color definidos, diría que parece un tigre, pues tiene de todos esos colores. Pero no he podido rechazarla por tres  importantes razones. Tiene una mirada de criaturita triste, y segundo, el señor que me la…

Hechizo de Medusa

Por qué simulas tu delirio

si estás en flamas conjurando,

y sabes bien que lo nuestro es fuerte.

Sí, fuerte como  el tormento de las nubes,

o la angustia de la muerte.…

Hilo finísimo de la melancolía

Estoy ante esa hora en que la mañana

acaricia el rostro de la tarde.

Se siente una paz extraña,

 tenue  paz infinita que cala hasta los huesos.

 …