A QUE NO TE ATREVES

[Gladys Alvarado]

A QUE NO TE ATREVES

A que no te atreves, a mirar mi cara, posarte en mis ojos,
decir fríamente que ya no te importo, que ya no me amas,
que estás muy feliz, que no sientes nada, que hoy tus abrojos,
no son por mi amor, que ya soy olvido, que hoy no me llamas.

A que no te atreves, al ir por allí, diciendo sonriente, dejé ya su cama,
y llega la noche, las madrugadas, que no me piensas y no hay mañana,
y esas mentiras, que nadie te creé, te van devorando, sabiendo que te ama,
esa que dejaste, la que no te olvida, por la que tú aun sientes mucha gana.

A que no te atreves, a cerrar la puerta, esa que yo siempre encontraba abierta,
que en las noches frías, sin luna a oscuras, tomabas mi boca, haciéndola tuya,
y yo muy despacio, tomaba tus labios, perdiéndome en ellos, soñando despierta,
y los dos jadeantes olvidando todo, solo siendo amantes, sin ruido sin bulla.

A que no te atreves, a parar tus sueños, esos donde soy la única amante,
la que te enamora tan solo con verla, por la que has llorado, en noches inciertas,
esa que en alguna tarde, buscaste sin tino, robando el néctar, ese refrescante,
que luego sonriendo, bebiste cual vino, son esas mujeres que esperan despiertas.

A que no te atreves, a ir pregonando, que ya no me quieres, que hoy soy olvido,
que hubieron quizás muchas mujeres, a las que amaste estando conmigo,
por que aunque así fuera, eso cierto, también no es mentira, que yo te he querido,
con ese amor ciego, aunque me has herido, y jamás podría llamarte mi amigo.

A que no te atreves, olvidar que un día, mis labios te dieron de mi amor las mieles,
que encendida toda, te besé amorosa, y te llevé conmigo hasta el paraiso,
que estabas amando mis suaves caricias, que nunca pensaste en darme las hieles,
que fue consumado la pasión y entonces cambiamos anillos para el compromiso.

A que no te atreves, amor de mi vida, a olvidar los meses, las noches y días,
cuando a escondidas venias a verme, robando mis besos, sanando mi herida,
jurando encendido, que mucho deseabas, estar a mi lado y no lo comprendías,
que no basta desear, y no puedes amar, cuando todo es mentira huele a despedida.

Gladys Alvarado copyright © 2012

[Norma Cecilia Acosta Manzanares]