Parece que fue ayer, pero Olga Tañón
emprendió su carrera artística hace… ¡25 años!
Por: Miguel López Ortiz
Un amplísimo sector de la inmensa legión de admiradores de Olga Tañón que ha seguido su carrera desde que ella hiciera sus pinitos en el mundo del espectáculo, todavía puede presumir de su juventud. Si eran niños cuando comenzaron a admirarla a través de sus discos y apariciones televisivas, posiblemente son treintones. Todavía no alcanzan los 40 años de edad.
En compañía de la cantante dominicana Milliy Quezada «La otra Reina del Merengue»
y su "rival artística" ante los ojos del pùblico.
Sin embargo, el tiempo transcurre inclemente, sin pausa y hechos que, de repente, nos parece que sucedieron “los otros días”, cuando abrimos los ojos y nos percatamos de la realidad, confirmamos que tal cosa no pasó “ayer”, ni “antier”, sino — como el caso que ahora nos ocupa — que ya han transcurrido nada menos que… ¡25 años! ¡Un cuarto de siglo! Así es: sin contar algunos antecedentes que podríamos considerar su período preparatorio, «La Mujer de Fuego» podría festejar durante este año de 2011 el Aniversario de Plata de su carrera artística.
Quien estas líneas escribe se enorgullece de haberle dedicado los primeros espacios en la Prensa, específicamente en la revista Artistas que entonces dirigía (1977-1997), reseñando sus primeros pasos como exponente del merengue en reseñas y entrevistas durante sus tres etapas: como integrante de Las Nenas de Ringo y Jossie (1986-1989); el trío Chantelle (1989-1991) y la consagratoria como solista. De hecho, fue en la edición 353 de la referida publicación, que vio la luz el 30 de enero de 1992, que se anunció su lanzamiento como tal por parte de la multinacional Warner Music – o WEA Latina en Puerto Rico y el mercado hispano de Estados Unidos –, siendo la primera vez que ella aparecía sola en una portada.
La revista Artistas, dirigida por Miguel López Ortiz le dedicó una edición completa en 1996.
A la derecha, la edición en que por primera vez, salió sola en una portada (enero 30, 1992).
Sus más fervorosos fanáticos recuerdan, por ejemplo, que Olga Teresa Tañón Ortiz, como fue bautizada, nacida en Santurce, el 13 de abril de 1967, realizó su primera presentación ante el público como solista en el Salón Villa Real, en Bayamón, el 18 de abril de 1992, acompañada por la orquesta que le había organizado el percusionista Nicky Suárez, su primer esposo y director musical.
Para beneficio de aquellos que gustan de coleccionar datos de trascendencia histórica o, al menos, muy interesantes, a ese le agregamos que completó el original grupo Las Nenas de Ringo y Jossie – orientado por Alberto «Ringo» Martínez y Jossie Esteban, líderes de La Patrulla 15 — junto a las pepinianas Mayra Enid Rodríguez — luego Mayra Mayra — y Mayra Montalvo y la saxofonista yaucana Keyla Cruz. Como testimonio de aquella experiencia inicial quedaron las producciones Chiquillo malcriado (Ringo 009) y Éxitos de Olga & Mayra / Las Nenas de Ringo & Jossie (Ringo 016), esta última, recopilación editada en 1995 de los temas que tanto ella como Mayra Mayra, ya establecidas como solistas, habían vocalizado mientras integraron el grupo.
Con las pepinianas Mayra Mayra y Mayra Montalvo, más la yaucana Keyla Crúz
integró el original grupo Las Nenas de Ringo & Jossie en 1986. !Hace 25 años!
Su siguiente etapa, completando con Sandra Torres y Daly Fontánez el trío Chantelle, fue breve pero exitosísima. Su debut con ellas fue en el emblemático Salón Villa Real, la noche del sábado 20 de mayo de 1989. Se despediría de sus compañeras luego del baile de Fin de Año celebrado en el Hotel Sands, de Isla Verde, en 1991. Pero, de su paso por el referido colectivo quedaron dos álbumes que pueden calificarse como joyas de la onda del merengue pop desarrollado en Puerto Rico: Merengue con un toque de clase (WEA Latina, WM-56559-1) y Cada vez con más clase (WM-72714-2).
Junto a Daly Fontánez y SandraTorres completó el original grupo Chantelle (1989 -1991).
En el año 2000, la Agencia de Publicaciones de Puerto Rico le editó a este redactor el libro Olga Tañón: La Mujer de Fuego… ¡La Única!, primero y único que hasta el día de hoy se ha escrito y publicado sobre ella. A continuación, reproduciré la introducción que le dediqué, bajo el titular Olga Tañón fue la Reina de los ‘90 y continúa en el trono.
Introducción de «Olga Tañón: La Mujer de Fuego… ¡La Única!»,
libro escrito por este servidor y editado en el 2000.
Libro de la autoría de nuestro director Miguel López Ortíz,
primera y única briografía que se ha publicado sobre ella
La Prensa especializada de su patria le estampó el calificativo de «La Reina del Merengue» y, aunque ella luego demostraría que era capaz de interpretar con excelencia cualquier otro género popular, no cabe duda que Olga Tañón le hizo honor a dicho título. Por encima de las controversias que, por ello, habría de generar, muy especialmente en República Dominicana. Su caso es el clásico en esos seres que nacen destinados al éxito. Porque, desde los postreros ‘80, cuando el público la conoció integrando Las Nenas de Ringo y Jossie junto a las pepinianas Mayra Enid Rodríguez y Mayra Montalvo, todos le visualizaban un futuro halagador en el mundo del espectáculo. Y, más adelante (1989-1991), durante su etapa con Chantelle, esa realidad se hizo más evidente. Su inminente lanzamiento como solista era algo “que se caía de la mata”.
Olga Tañón emprendió su trayectroria como solista amparada por la multinacional discográfica WEA Latina, que la lanzó vía el álbum Sola (WL-77478-2) en abril de 1992. Aquella producción generó jitazos como Me cambio por ella, Una mujer rota y No te das cuenta, hacienda merecedora del Disco de Oro y el Disco de Platino. En lo sucesivo, su carrera cobraría un impulso tan arrollador que ninguna otra figura feminina sería capaz de experimentar algo semejante en esta plaza durante todo el resto de la década. Y, si Lucecita Benítez fue la reina durante los ‘60; Iris Chacón durante los ‘70 y el grupo Menudo fue el rey indiscutido indiscutido de los ‘80, es un hecho irrefutable que los ‘90 pertenecieron a Olga Tañón.
El compositor guatemalteco Alex Enamorado, autor de varios de sus primeros éxitos.
De repente, se nos ocurre establecer ciertas similitudes entre su impacto y los que generaron estas estrellas que la antecedieron como máximos dueñas del fervor colectivo. Sobre todo, en los casos de La Chacón y Menudo. La aparición de la primera en el panorama artístico puertorriqueño desató una fiebre entre las jovencitas por el vedettismo. De súbito, comenzaron a aparecer vedettes por todas partes y, cada semana, alguna proclamaba su ilusa intención de arrebatarle el trono a «La Vedette de América». Pero, como era de esperarse, aunque dos o tres hicieron un poco más de ruido que las demás, sólo había una reina de tal disciplina en Puerto Rico: la simpar Iris. Con Menudo sucedió exactamente lo mismo: centenares de grupitos soñaron que podrían “comer de su pastel” y ni siquiera lograron hacerle sombra.
Por su parte, el éxito rápido y fenomenal alcan zado por Olga abriría las puertas a una verdadera avalancha de intérpretes femeninas del merengue. Todas las disqueras se dispusieron a lanzar nuevas exponentes de este ritmo y hoy no existe alguna en Puerto Rico, Nueva York, República Dominicana o Venezuela que, en su catálogo, no tenga por lo menos una o dos merengueras.
En 1996, con el lanzamiento de Nuevos senderos (WL-13667-2), nuestra estrella invadió abiertamente el género de la balada-pop sumándose nuevas legiones de admiradores, sobre todo en el Oeste de Estados Unidos, México y Sudamérica. Hoy su fama se extiende por todo lo largo y ancho de la geografía hispana. Definitivamente, estamos ante una artista para la historia. Y esta obra constituye nuestro homenaje en reconocimiento a sus significativos triunfos que tanto enorgullecen a todos los puertorriqueños.
CD Ni una lágrima más, editado el 23 de abril de 2011.
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