CADA DÍA ES UN NUEVO COMENZAR

[mamihega]

 CADA DÍA ES  UN NUEVO COMENZAR

(prosa)

Fascinada por el sembradío que embelesaba mis sentidos, trate de quitarme los lentes para contemplar mejor el ambiente, pero el sol comenzaba con sus rizos a besar el paisaje, mientras yo avanzaba sin cesar, la intención era llegar sin retraso a ver un potencial cliente, solo restaba cruzar el puente, disfrute el momento hasta que comenzó a sonar el teléfono móvil, lo tome rápidamente con una mano mientras con la otra conducía, “reunión de padres” decía, mire la hora y  había  paso velozmente, empezaron a transpirar mis manos, los nervios aumentaron, los buenos momentos habían volado, trate de acelerar y el automóvil comenzó a fallar, había olvidado por completo los compromisos de ese día que,  poco a poco  se tornaba ofuscado.

No sé en qué momento pasó la hora, acelere para poder cumplir con todos mis compromisos y tenía poca nafta, el teléfono móvil seguía sonando incansablemente, el cliente me esperaba, la reunión de padres ya comenzaba y la intermitente luz de aviso se fijó y en medio de las flores el auto se quedó y por la desesperación mi respiración aumentaba.

Un profundo suspiro me invadió mientras apoyaba la frente en él volante, suficiente fue, ese segundo de duración que antecedía el mar de lágrimas,  como un rayo de luz por mi pensamiento: la nafta, la reunión de padres, el cliente, la hora del almuerzo, buscar a mi hijo y la insatisfacción de estar tan cerca del puente,  nuevamente  la nafta, la reunión de padres, el cliente, sed, hambre, el celular apagado,  otra vez la nafta y mi hijo, sentirme  lejos de él y de mi hogar y el trabajo y el puente y el cliente…

Pasaron varios minutos, no sé cuántos pero el sol no dejaba de brillar, no tenía reloj tampoco batería en el celular, secando mis lágrimas y superando mis propios errores descendí del auto y un canto angelical invadió mis sentidos, era el viento bailando con las flores, los fervores de sus colores y perfumes  colmaron de magia mi ser opacando toda angustia, el aire seco mi llanto y sin rumbo comencé a caminar entre las plantas, la naturaleza robó mi corazón y el momento se volvió canción, entre tantas, una pequeña planta llamo mi atención, todos sus brotes crecían de las cicatrices crueles del podado, acaricie sus pétalos perlados y el silencio susurró en mi oído “nadie es indispensable, la vida sigue, lo que no pudiste lograr lo mismo se solucionara, no reniegues ni sufras por tus errores” le sonreí a las rosadas flores y regrese en compañía de la brisa al automóvil.

Paso un camión, una camioneta y un tractor, luego otra camioneta y esta se detuvo, me socorrieron, entre suspiros, risas y llantos llegue a casa, mi pequeño hijo estaba jugando y ya había almorzado, mi madre anoto en un trozo de papel lo de la reunión de padres, también el recado del cliente que debía ir visitar ese día en carácter de urgente, llamo  a casa diciendo  "por un percance se encontraba retrasado, que lo disculpe y mañana me esperaría", cargue nafta y el celular volvió a sonar… los que se preocuparon por mi se tranquilizaron, por lo que me preocupe,  me tranquilice porque todo se había solucionado y  me recosté , mi niño me  abrazo  y la jornada lentamente llegaba  a su fin, un beso en la frente le di, lo mire y entre perfumes de azhár  le sonreí,  luego suspire levantando  un poco la cabeza para mirarme en el espejo redondo  y nuevamente sonreí porque dentro de unas horas un nuevo día  me encontraría  y con el,  nuevas vivencias  experimentaría.

Autora: Maria Herrera- Mamihega-

.Derechos Reservados de Autor.

Inspirado en la imagen.  

[mamihega]

MUY AGRADECIDA MI QUERIDA  MARÍA ÁNGELES, ME ALEGRA MUCHO QUE SEA DE TU AGRADO. UN ABRAZO.

[Maria de los Angeles Villar]

BELLA IMAGEN Y EL RELATO PROSA MARAVILLOSO

UN PLACER LEER CADA INSPIRACIÓN  TUYA