CASA VIEJA

[ELISAIN MALDONADO]

 

Casa vieja, testigo del tiempo que pasó,

con sus muros desgastados y su techo ajado.

Has guardado historias de risas y llantos,

de sueños cumplidos y también desencantos.

Tus paredes cuentan secretos silenciosos,

mientras los años avanzan sigilosos.

Has visto pasar generaciones enteras,

y guardas en tu interior tantas experiencias sinceras.

 

Tus habitaciones susurran historias del pasado,

de aquellos que te habitaron y ya han partido.

Recuerdos de risas alrededor de la mesa,

de canciones entonadas en noches de tristeza.

Casa vieja, guardiana de tantos momentos,

eres un refugio en los tiempos tormentos.

Has visto el paso de los días y las noches,

y sigues de pie, resistiendo los embates más fuertes.

 

Tus ventanas, ahora desvencijadas,

han observado el mundo y sus diversas jornadas.

Los rayos del sol se filtran con timidez,

iluminando los rincones donde hay felicidad y altivez.

 

Aunque el tiempo haya dejado su huella en ti,

sigues siendo un lugar donde se vive y se siente.

Casa vieja, eres un símbolo de arraigo y tradición,

un recordatorio de la importancia de la conexión.

 

En tus paredes hay memorias grabadas con tinta invisible,

de amores, alegrías y momentos impredecibles.

Eres testigo de la vida que fluye y se transforma,

y aunque envejezcas, sigues siendo una joya que asombra.

 

Casa vieja, nos enseñas el valor de lo auténtico,

de apreciar la belleza en lo sencillo y específico.

Eres un refugio que nos acoge con calidez,

un lugar donde se encuentra la paz y la sencillez.

 

Así que, casa vieja, sigue en pie y resplandece,

continúa siendo un hogar donde el corazón florece.

Eres un tesoro lleno de historias y vida,

y siempre serás parte de nuestra memoria querida.

 

 

 

[Elias Antonio Almada]