Nacen mis intentos poéticos, por describir la noche;
bruma diamantina, poniente sin igual convergencia,
que el Creador con un sonrisa plasma sin reproche;
vayan a la tierra y disfruten su amor en su esencia.
Encendido está mi huerto con tu amor
que luego de una esplendorosa noche
permitió la vida brillara cual áureo broche
el disfrute de tu ansiado y viril candor.
Compartimos la marea del mar en son de pasiones;
enquistadas en nuestras pieles, colgando suspiros
hasta alcanzar la caricia consumida en canciones,
con el arpa de mi alma, cincelando matices zafiros.
Es verdad, saboreamos la miel en esencia
al son de melodías purpurinas
logrando sonrieran las luces divinas
al vernos juntos, ¡oh! dulce existencia.
Desdoblando un pliegue de ese beso placentero;
cuando las sensaciones explotan por consumirnos
sin piedad en la hoguera, donde está el bucanero
que sobre todo dice: te amo y ven para unirnos.
Fui en vuelo de feliz ave a tu lado
gorjeando cual golondrina mi mejor canto
eres mi encendido néctar, total encanto
mis labios te bendicen, te besan, amado.
He añorado tanto este oportunidad, que me pierdo
en la felicidad por rodar a tu lado y sumergirme
aspirando el aroma sutil, embriagado de recuerdo
de aquel instante cuando grité: mía y ya pude irme.
También he añorado este sutil momento
de sentir la savia de tu intensa pasión
ya te entregué hoy mi alma y mi corazón
por siempre soy tuya, siénteme como te siento.
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