DISFRUTANDO BARILOCHE

[Vilma Lilia Osella]

DISFRUTANDO BARILOCHE

Llegamos a Bariloche con la retina llena de colores. Iniciamos nuestro primer recorrido bordeando el lago Nahuel Huapi. Atravesamos la Playa Bonita, y llegamos al pie del cerro Campanario donde hay una aerosilla que traslada al viajero hasta la cumbre a 1.150 mts. Desde allí se puede apreciar una de las más bellas y fascinantes vistas de la región: los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, la laguna El Trébol, las penínsulas de San Pedro y Llao Llao y la Isla Victoria, están a la vista para quien quiera deslumbrarse y llenarse de energía superior.

Pasar luego por la fábrica de productos con base de rosa mosqueta, conformó los sentidos. La Rosa Mosqueta es un arbusto silvestre de ramas delgadas y repletas de espinas, cuyos tallos y ramas están llenos de flores blancas y rosadas, alegrando el suelo pobre de algunas zonas de la Patagonia. Cuando sus pétalos caen, la planta desarrolla un fruto rojizo de forma ovalada, repleto de unas enormes semillas (constituyen el 70% de su peso), y será de ellas de las que se extraiga el aceite, considerado hoy día como uno de los regeneradores dérmicos más poderosos que existen. Sus beneficios son el resultado de su alto contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados: Linoleico 44-49% y linolénico 28-34%, que están directamente relacionados con la síntesis del colágeno. Estos ácidos son sustancias nobles, indispensables para zonas donde existen altos índices de proliferación de células nuevas, como es el rostro. Probarlo en la piel fue una legítima experiencia y saborear el especial gusto agridulce de sus flores en una infusión, otra. Fue imposible convencernos de no adquirirlo, probarlo y comprobar los beneficios que provoca en la piel.

Luego, en la península Llao Llao observamos atentos la Capilla San Eduardo, joya arquitectónica regional de estilo neoclásico que fue mandada a construir por el primer Director de Parques Nacionales, en 1934, Ezequiel Bustillo. Sobre el lago Nahuel Huapi está el importante Puerto Pañuelo  desde donde salen todas las excursiones lacustres. Continuando el trayecto atravesamos el Puente Angostura sobre el río homónimo que une el lago Moreno y la península Llao Llao. Bajamos para conocer el hotel del mismo nombre, con sus enormes livings y sus salas de spa que frecuentan europeos y argentinos de alta clase y fue Alejandro Bustillo, hermano del histórico arquitecto Bustillo, el constructor de este hotel. La Villa Llao Llao, creada  también por Bustillo, hoy se encuentra unida a aquel imponente hotel, por una avenida costera que lleva su nombre. Es una construcción de principios del siglo XX de estilo canadiense, realizada en madera, piedra y tejas normandas. Con 173 habitaciones y 28 suites, cuenta además con cancha de golf de 18 hoyos, spa, y pileta climatizada. En 2007 se inauguró un ala nueva sobre el Lago Moreno con 43 lujosas habitaciones. Por ser el edificio Antiguo Monumento Histórico Nacional, el ala nueva fue construida de forma que no altere la imagen del mismo, en forma separada y ambas unidas por un puente y ascensor que los vincula.

Después, atravesamos el puente sobre el lago Moreno en su angostura y finalmente bordeamos la laguna El Trébol, cerrando el Circuito Chico. Este paseo es ideal para recorrerlo, conocerlo y vivirlo plenamente. En primavera, serpenteando a través de una ruta asfáltica encajonada en paredones amarillos de retamas. En verano, disfrutando en Playa Bonita, Playa Serena, Villa Tacul, arroyo Angostura o lago Moreno de las playas, la pesca y los deportes náuticos. En otoño observando en el espejo de los lagos los álamos dorados y en los cerros el manto rojizo de las lengas. Y por último, en invierno se aprecia el marco imponente de los cerros Millaqueo, Capilla, López, Tronador, Catedral, Ventana y Otto, todos nevados y en contraste con el azul del cielo. El Circuito Chico es para repetirlo asiduamente porque tiene múltiples opciones: desde senderos para caminar en el bosque hasta picadas para ascender a los cerros. Desde playas y fogones, hasta restaurantes y salones de té. Desde medios de elevación a estupendos lugares para cabalgatas. Anexamos a esa excursión la visita al Cerro Catedral: es el Centro de Esquí más grande del Hemisferio Sur, ofrece una amplia y variada infraestructura de servicios para practicar los deportes invernales, disfrutando de unos fantásticos paisajes. Recibe su nombre de Catedral, debido a la similitud de las torres que coronan la cumbre de una Catedral Gótica. Diversos medios de elevación permiten acceder a él en toda época del año. Hotelería, gastronomía y una variedad de locales satisfacen los gustos y necesidades de la gran cantidad de esquiadores y turistas que llegan cada año. En verano distintas actividades permiten gozar a pleno la naturaleza en sus boscosas laderas. La fábrica de chocolate es otro atractivo que nos interesó, y las compras en sus calles bien diseñadas conexcelente galerías y comercios.

Un poco de historia

El nombre Bariloche proviene del mapudungun idioma de los primitivos habitantes de esta región de lago Nahuel Huapi. La llamaban Vuriloche que significa "gente de detrás de la montaña" (vuri = detrás, che = gente). Las personas Poya usaron el pase Vuriloche para cruzar los Andes, manteniéndolo en secreto de los sacerdotes españoles que colonizaban la zona, durante mucho tiempo. Nahuel Huapi era conocido por los españoles desde los tiempos de la Conquista de Chile. Dos españoles Francisco de Villagra y el jesuita Diego de Rosales exploraron el Nahuel Huapi y asentaron en la actual ciudad austral. El Centro Cívico de Bariloche se abrió en 1940 y fue declarado monumento nacional en 1987 pero en 1895 Carlos Wiederhold, inmigrante alemán abrió una pequeña tienda llamada La Alemana. Un mínimo asentamiento se desarrolló alrededor de la tienda, y su antiguo sitio es hoy el centro de la ciudad. Por entonces, los habitantes eran básicamente inmigrantes de habla alemana: austriacos, alemanes y eslovenos, así como los italianos de la ciudad de Belluno, y los chilenos. Una leyenda local dice que el nombre proviene de una carta dirigida a Wiederhold erróneamente como San Carlos en lugar de Don Carlos. Así nace San Carlos de Bariloche, o Bariloche.En la década de 1930 fue rediseñado el centro de la ciudad para conseguir la apariencia de un centro europeo tradicional alpino (la llamaban "la pequeña Suiza".) Muchos edificios estaban hechos de madera y piedra. Bariloche pasó de ser un centro de comercio de ganado con Chile, a convertirse en un centro turístico de la elite argentina. Se adquirió un perfil arquitectónico y urbano cosmopolita. El crecimiento de la industria turística de la ciudad comenzó en la década de 1930, cuando la ocupación hotelera local creció de 1.550 turistas en 1934 a 4000 en 1940.  Hoy, además de la tracción turística, Bariloche, ciudad de más de 100 mil habitantes, tiene en Centro Atómico más importante de Argentina y se mueve a un ritmo internacional en todos los aspectos.

Vilma Lilia Osella

 

[Vilma Lilia Osella]

Hola Críspulo. Encantada de compartir con vos esta crónica.

Vilma Lilia