EL BUEY DE LA BARRANCA

[ELISEO LEON PRETELL]

EL BUEY DE LA BARRANCA
Autor: Eliseo León Pretell
*Poeta escritor peruano
“Ciudad Satelital”
Houston Texas, EE.UU.

CUENTO

En la hermosa hacienda “La piedra larga” del estado de Michoacán en México, se dio un hecho muy sentido y pocas veces visto.
Don. Felipe Iglesias Romero era el único dueño de esta prospera y envidiada hacienda “La piedra larga “
Se dedicaba mayormente a la crianza de reces, caballos y cabras de muy buena raza. Por aquellos tiempos estaba muy distante todavía la inseminación artificial o cualquier otra que no sea la natural de semental directo.
Estos padrillos de pura raza, se importaban de Holanda, suiza, Alemania o Argentina y llegaban en varios meses después de cruzar los mares.
Don. Felipe Iglesias Romero, tuvo noticias de una raza lograda entre Alemania y Austria, que se podía adaptar con facilidad al terreno y clima del lugar, asegurando una gran producción de carne, leche y piel de primera. Entonces no paró hasta poner en su hacienda a un semental de esta raza.
Este hermoso toro semental, en pocos años se convirtió en el padre y abuelo de toda una nueva generación bovina del país, y la hacienda “La piedra larga” en un orgullo nacional.
El toro cumplió y como es ley de la vida, pasó al retiro y se tuvo que convertir en buey. Un hermoso ejemplar querido y respetado por todos.
La voluntad de toda la familia de la hacienda “El pedregal” fue no vender al buey, menos sacrificarlo; si no más bien mantenerlo sano y bien cuidado como un símbolo de adelanto y progreso por el tiempo le quede de vida.
El buey pastaba desde muy temprano junto al demás ganado, y por las tardes tenía un solo sitio donde dormir, que nadie le había asignado, si no el mismo lo escogió para su majada fija y de siempre.
Una tarde cuando los vaqueros empezaban a empujar al ganado hacia los corrales peinando los pastizales, se dieron con la ingrata sorpresa que no estaba el buey querido “gitano”
Se quedaron dos vaqueros buscando, mientras los demás guardaban el resto del ganado. Antes que cierre la noche, salieron todos en diferentes direcciones a seguir buscando, y no lo encontraron.
Organizaron una salida más con antorchas y linternas por los lugares cercanos y regresaron todos sin ninguna noticia del abuelo semental.
Amaneció el nuevo día, y don Felipe suspendió todas las labores de la hacienda, para que todo el personal salga a peinar palmo a palmo toda la extensión de la hacienda. Ese día se visitó a todos los ranchos aledaños a ver si algo sabían del buey “gitano, y nada.
Al tercer día, visitaron los centros de engorde y camales de la ciudad, como cuando buscamos en alguna morgue al familiar desaparecido, sin hallar nada.
Pasaron siete días, una semana sin saber absolutamente nada del viejo “gitano” parecía que la tierra lo hubiese tragado, o algún espíritu diabólico, lo llevó por oscuros caminos hasta mismo infierno.
El domingo muy de mañana llegó de visita la vieja “nana” de los hijos del patrón ya enterada por los periódicos de la pérdida del buey “gitano” al que le daba sal con una mano y con la otra le acariciaba su frente con tanto cariño. La vieja “nana” lloró enjugando sus lágrimas con su reboso y se sobrepuso diciendo: Patrón, y si vamos a una bruja para que lea las cartas y nos diga algo de “gitano ¿Qué va a pasar? ¿Qué perdemos? Yo conozco donde hay una, vamos ahora mismo.
Don Felipe dijo convencido: No perdemos nada ¡¡Vamos!!
Tuvieron que viajar casi una hora, cuando llegaron, ahí estaba la bruja de espaldas mirando a una pared llena de cruces, espadas, pañuelos de colores, cuernos retorcidos, muchos frascos con líquidos de colores y en el techo había una manta negra envejecida sujeta con cuatro espadas de plata.
Lo saludaron ceremoniosamente y ella no contestó, sólo les señaló con una mano las sillas, invitándolos a tomar asiento.
Los miró como diciendo: ¿En qué les puedo atender? sin palabras. Fue la “nana” quien explicó la desaparición del buey con todos los detalles que contaba, mientras el patrón miraba con atención las manos de la bruja que entrelazaba sus dedos arrugados y uñas crecidas.
La bruja desenvolvió lentamente sus cartas españolas totalmente desgastadas y envejecidas que guardaba entre un pañuelo rojo granate y empezó a barajar con bastante maestría y seguridad. Luego paró y le pidió al patrón eche su aliento sobre el fajo de cartas. Cuando acomodaba las barajas para hacer el tendido sobre la mesa, una carta salió volando y cayó debajo de la mesa de cara al suelo. La “nana” se comidió a recoger y ella se interpuso diciendo: No toque nada.
La bruja doblando su cansada espalda recogió la carta, y al ponerlo sobre la mesa dándole la vuelta dijo: ¡¡Está vivo!! ¡¡El buey está vivo y sano!! La carta era, un dos de oros.
No hace falta jugar más, pronunció victoriosa.
Vamos a ver dónde está.
Luego sacando un mapa del lugar, lo tendió sobre la mesa y con su mano izquierda tomó con rabia un puñal de plata, cerrando sus ojos, fue paseando la punta del arma por el mapa, como si fuera un lápiz, hasta que su mano comenzó a temblar, apretó duro la empuñadura y lo clavó sobre el mapa. Luego, al mismo tiempo de abrir sus ojos fue deletreando con sus palabras: “el paso del coyote”
Sudorosa y tomando aire recomendó: tienen que apresurarse, ya hay muchos buitres y coyotes dando vuelta en los acantilados de: “El paso del coyote”
Inmediatamente se organizan un grupo de hombres en el rancho, y se dirigen al lugar indicado, llevando todo lo que creen sería útil, bajo la dirección del patrón.
La profundidad de los acantilados estaba cubierta de neblina lo que dificulta ver con claridad el punto donde estaría el “viejo gitano” lo que más bien los guió, fueron los zopilotes ( buitres) que volaban en circulo dando una clara señal de la ubicación.
Amarrados con largas sogas, se fueron descolgando seis trabajadores de la hacienda “La piedra larga” y después de interminables minutos, se oyó un grito retumbando y haciendo eco en en el hondo de los profundos peñascos ¡¡Aquí está!! ¡¡Aquí está el gitano!! ¡¡ Está bien!! Arriba la gente gritaba de contenta y aplaudía sin cesar. Luego optaron por subir a uno de los jóvenes llamado Darío, para que narre frente a todos cual es el estado del “buey gitano”
En primer lugar dijo Darío: El buey está sano, no tiene ninguna herida ni rasguño, pero no podemos entender cómo llegó ahí, ni quien lo llevó. Si se hubiese caído, estaría muerto, no encontramos otra explicación. Saltó una pregunta de entre la gente ¿Podremos sacarlo con vida? Darío sólo movió su cabeza en un no rotundo.
Surgieron muchas sugerencias para sacarlo, mas ninguna tenía sentido. ¿Cómo subir de más de cien metros de profundidad un buey de una tonelada de peso?
Pasaron dos días sin ninguna esperanza de cómo “sacar al buey de la barranca”
Justo en ese momento llegó un señor abriéndose paso entre la gente diciendo: Soy médico veterinario de la Municipalidad y les traigo una buena noticia. Nos ha llamado por radio el Almirante. Demetrio Nocolini, para que les avisemos está enviando un destacamento especializado de la Infantería de Marina para evaluar la zona y proponer alguna estrategia de rescate con vida del buey en peligro de muerte.
No llegaron ese día, pero en la mañana siguiente estuvo muy temprano un impresionante destacamento militar con todos sus equipos de rescate.
Descendieron cinco soldados y en una hora ya tenían un informe de la situación.
Dijeron: La única forma de rescate es con una grúa de alto poder, capaz de subir una tonelada desde una profundidad de ciento diez metros. El problema es, no tenemos carretera para llegar hasta la zona, faltaría casi un kilómetro, aunque sea de trocha carro sable.
En sólo dos días se movilizaron cientos de personas solidarias con herramientas propias y no pararon hasta lograr una improvisada carretera para el desplazamiento de la grúa.
Mientras tanto, otro grupo ensambla una plataforma base para su ubicación fija y segura de la maquinaria.
Con todo listo, pero ya con el día queriendo ser noche. El comandante ordenó el descanso de su tropa, hasta las seis de la mañana siguiente.
Comenta la gente: “el buey de la barranca” fue un caso sin igual, donde la palabra SOLIDARIDAD se convirtió en símbolo y emblema de verdad casi divino.
En todos los pueblitos cercanos y en los caminos, se lucían carteles de todo tamaño con las mismas palabras: “VAMOS A SACAR AL BUEY DE LA BARRANCA” como un mandato de Dios, del alma y del corazón generalizado en todas las gentes.
Comentan que la iglesia y su párroco, jugaron un papel determinante de concientización y arenga, formando grupos de oración y hasta la salida de San Isidro labrador y San Francisco de Asís hasta la placita principal, cargados en hombros de sus fieles seguidores y demás gente religiosa, todos rogando por la vida y salud de “el buey de la barranca”
Era domingo, como las tres de la tarde, cuando el comandante anuncia: Señores: Todo listo para el ascenso de “gitano” Ruego un absoluto silencio para mantener la comunicación con el grupo de salvataje. Iremos anunciando el ascenso paso a paso hasta su culminación.
Que Dios nos ayude.
La gente entendió el mensaje y se acomodó como pudo en el agreste terreno de “el paso del coyote” para ver, ojalá con bien, la impresionante presencia de “gitano” el viejo semental de la hacienda “la piedra larga”

Cuando ya faltaba muy poco para el logro, se dirigió el Comandante a la población: Señores, estamos a sólo veinte metros de lograr la hazaña más complicada y humana se me haya encomendado. Si todo termina como lo esperamos, podemos decir que sólo el pueblo, sacó al buey de la barranca.
Apenas terminaba de hablar, apareció entre aplausos y lágrimas la gigantesca imagen en vivo, del viejo patriarca de la hacienda: “la piedra larga.
En menos de seis meses, ya había corridos, poemas, se editaban dos libros y se comenzaba a rodar la película “EL BUEY DE LA BARRANCA”
Ya todo estaba claro, sólo nadie ha podido desentrañar hasta hoy ¿Cómo llegó “gitano” hasta ese infierno?

®Es el canto del zorzal
©Derechos reservados

Si vieras en tu ciudad, se lucha por algo bueno,
ese no es problema ajeno, te digo con propiedad.
Únete con voluntad, a la causa con afán,
los que observan se dirán:
¡¡Esa es solidaridad!!
E.L.P (fragmento del poema: SOLIDARIDAD)

[Elias Antonio Almada]